Una sonrisa suele ser síntoma de felicidad, pero, en ocasiones, esconde tras ella otros sentimientos que la persona experimenta y que quiere ocultar a los demás. Entre estos casos encontramos uno de los síntomas de la llamada depresión sonriente o depresión atípica. Se trata de un trastorno emocional en el que estás desarrollando síntomas y sentimientos depresivos, pero en la que la persona no muestra sus verdaderas emociones e intenta aparentar normalidad y felicidad.
La depresión sonriente es un trastorno más difícil de identificar por la falta de síntomas visibles que manifiesta la persona que lo sufre. Este hecho, además de complicar el diagnóstico, provoca que se convierta en una enfermedad más peligrosa por la falta de medidas para combatirla mientras aumenta la problemática existente. Todo esto hace que se cree un estado aún mayor de aislamiento y de posible apoyo social haciendo que el problema siga creciendo.
Pero, sin duda, lo más peligroso para estas personas es que son más vulnerables a la hora de llevar a cabo planes suicidas. Mientras que una persona que sufre una depresión tradicional no tiene energía ni fuerzas para nada, las personas que sufren depresión sonriente están activas, alegres aparentemente y llevan una vida normal, lo que les hace estar más dispuestos a llegar a planear este tipo de situaciones.
Síntomas característicos de la depresión sonriente
Aunque, y como ya hemos dicho anteriormente, estas personas intentar estar alegres de cara al resto de su entorno, existen una serie de signos y síntomas que nos pueden dar pistas para detectar que una persona está padeciendo depresión sonriente:
- Todo va siempre bien y nada le sale mal.
- Esfuerzo evidente por estar presente en todas las situaciones y activo a todas horas.
- No expresa ningún otro sentimiento que no sea felicidad.
- Aspecto físico e imagen social impecables.
- Alto nivel de autoexigencia.
- Alteraciones en el sueño y el apetito.
- Uso constante de libros en torno a la felicidad.
- Explosiones de ira sin motivo.
- Sensibilidad al rechazo y las críticas.
Cómo ayudar a una persona con depresión sonriente
Cuando un ser querido sufre depresión nos encontramos con muchas dudas a la hora de ayudarle. A veces, sentimos que no lo estamos haciendo bien o estamos empeorando las cosas, pero es todo parte de este proceso. Conocer el problema y tener paciencia ante este proceso es lo más importante para poder empezar a ayudar a la otra persona. Se trata de una enfermedad y no hay que tener en cuenta los actos o frases negativas que diga.
Debes estar a su lado y demostrarle que le apoyas. Esa persona te necesita y valora tu ayuda aunque la enfermedad le haga mostrar en muchas ocasiones lo contrario. En este sentido, es importante saber escuchar esos problemas, sin necesidad de aportar consejos ni soluciones, sólo dejando que pueda expresar como se siente. Aquí es imprescindible tener en cuenta que no debemos pronunciar frases como “tranquilízate”, “intenta animarte”, “no es para tanto”, etc.
Otro consejo importante es intentar ponerte en su lugar para intentar entender mejor cómo se siente y cómo esta viviendo esta situación. Para ello es importante aliviarle de todo tipo de presiones, ya sean familiares, laborales o de otra índole.
Por otro lado, debemos hacerle sentir bien y no indicarle que todo esto es algo anormal. Esa persona ya se siente así por lo que debemos evitar agrandar su sentimiento.
Por último, es importante que consulte su problema con un profesional sanitario ya que puede ayudarle de la mejor manera posible a solucionar su problema y ayudar a que se sienta mejor.