Más de 100 millones de personas en el mundo sufren TOC

Se calcula que en mundo hay más de 100 millones de personas que sufren trastorno obsesivo compulsivo, más que los pacientes diagnosticados de anorexia, trastorno bipolar o esquizofrenia.

0

El TOC se caracteriza por la presencia de dos fenómenos clínicos: las obsesiones y las compulsiones o rituales. Las obsesiones son pensamientos, imágenes, ideas o impulsos que aparecen de forma involuntaria en el paciente y tienden a repetirse generando en el que lo sufre un profundo malestar. Las compulsiones son acciones que el paciente lleva a cabo para tratar de reducir el malestar que provocan los pensamientos obsesivos.

Estos trastornos se suelen iniciar a una edad temprana y tienen dos picos de aparición: el infantil (alrededor de los 10 años) y en los primeros años de vida adulta (en torno a los 20 años).

La limitación de la calidad de vida es una de las consecuencias del TOC, pues los rituales y la evitación de las situaciones requieren tiempo. De hecho, este trastorno está considerado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la décima causa médica más frecuente de deterioro personal.

¿Toda persona obsesiva tiene TOC?

La línea que separa una persona obsesiva de otra con TOC es muy fina. Según los expertos, los síntomas obsesivo-compulsivos son la manifestación extrema y disfuncional, es decir, no útil, de ciertos pensamientos normales que se experimentan con frecuencia: los pensamientos intrusos desagradables.

Al parecer, el problema reside en prestarles demasiada atención y comenzar a hacer algo para quitar estos pensamientos de nuestra mente, como tranquilizarnos comprobando que cerramos bien la puerta o recordando si realmente dijimos o hicimos algo mal.

Es a partir de este momento cuando aumenta la probabilidad de que ese pensamiento reaparezca y sea necesario neutralizarlo. Si este ciclo se produce varias veces, es posible que la idea acabe convirtiéndose en una obsesión, y las acciones realizadas para controlarlo, en una compulsión.

No todos somos iguales ante estas obsesiones. Si la persona tiene una vulnerabilidad biológica a padecer un TOC, esas posibilidades aumentan de manera exponencial y seguramente no es necesario que el ciclo se repita muchas veces, porque puede bastar con que el pensamiento intruso se cuele una sola vez para que se convierta en una idea obsesiva.

Por ello, la diferencia entre una persona sin TOC y otra con TOC está, desde un punto de vista psicológico, en cómo maneja esos pensamientos y qué efecto producen en su estado de ánimo.

¿Existe tratamiento?

Si el trastorno es tratado en la infancia el pronóstico es más favorable, alrededor del 50% de los niños y adolescentes diagnosticados dejan de mostrar síntomas cuando alcanzan la edad adulta.

En el caso del TOC de inicio en adultos, la evolución suele ser variable con tendencia a la cronicidad. No todos los pacientes responden bien a los tratamientos, los casos de mayor dificultad se presentan en aquellos pacientes con necesidad de orden o simetría.

Uno de los problemas respecto a su diagnóstico reside en que algunos pacientes deciden ocultar su obsesión haciendo que el pronóstico empeore. Como en cualquier patología es necesario actuar lo antes posible para facilitar el acceso del enfermo al tratamiento y evitar la cronicidad.

Dejar respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here