Si respiras rápidamente, mucho más de lo habitual, y te da la sensación de que te falta el aire… pude que estés experimentando lo que los médicos definen como taquipnea. Esta afección se puede presentar en personas de cualquier edad y es común entre recién nacidos y en aquellos que padecen afecciones respiratorias.
Pero, qué tan rápido han de producirse estas respiraciones para poder hablar de taquipnea. En personas adultas, se tiene en cuenta una frecuencia respiratoria superior a 20 respiraciones por minuto, mientras que, en niños, debido a que el número de respiraciones por minuto puede ser mayor en reposo que el observado en los adultos, la cifra puede variar dependiendo de la edad.
Merece la pena hacer una distinción adicional, y es que existe una diferencia entre la Taquipnea y la hiperventilación. En el primer caso, se trata de respiraciones rápidas y superficiales, mientras que, en el segundo, son respiraciones también rápidas, pero profundas. Más allá de esta diferencia, se puede decir que ambos procesos vienen precedidos de una acumulación de dióxido de carbono en los pulmones que termina en la sangre y altera su nivel de acidez. Para corregirlo, el cerebro envía impulsos para acelerar la respiración.
Se deben vigilar los síntomas
La taquipnea no necesariamente tiene que ver con un problema de salud, ya que se puede presentar de forma natural en actividades tan cotidianas como hacer deporte. Sin embargo, también puede tener detrás causas patológicas.
Existen una serie de señales de alerta vinculadas a la taquipnea que conviene vigilar, ya que pueden ser motivo de consulta médica, incluso de emergencia, como pueden ser un color azul o gris en tu piel, uñas y/o labios; dificultad para respirar; sensación de no obtener el suficiente aire; de que te falta aire, y dolor en el pecho.
Posibles causas de la taquipnea
La Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, recoge entre las causas de este tipo de respiración las siguientes:
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y otras enfermedades pulmonares crónicas
- Insuficiencia cardíaca
- Asma
- Ansiedad y pánico
- Coágulo de sangre en una arteria en el pulmón
- Asfixia
- Infección en las vías respiratorias más pequeñas de los pulmones en los niños (bronquiolitis)
- Neumonía u otra infección pulmonar
- Otras enfermedades pulmonares graves, como enfermedad pulmonar intersticial o bronquiectasia
¿Y si le ocurre a mi bebé?
En general, si tu frecuencia respiratoria se acelera, pero luego vuelve a la normalidad, se trata de taquipnea transitoria. Cuando esto ocurre en un recién nacido, los expertos aseguran que se trata de un problema respiratorio leve. Puede afectar a bebés durante las primeras horas de vida y suele desaparecer sin tratamiento en unos tres días.