Los ovarios son órganos fundamentales en el desarrollo de la mujer. Son responsables de la producción de hormonas sexuales femeninas y de controlar el ciclo menstrual entre otras funciones. Es importante conocer su funcionamiento para detectar cuando no está todo bien. La torsión ovárica es una de las afecciones considerada como emergencia ginecológica y es importante reconocer sus síntomas para iniciar el tratamiento lo antes posible.
¿Qué es la torsión ovárica?
La torsión ovárica es una condición médica que se produce cuando un ovario se tuerce sobre sí mismo, lo que puede provocar una obstrucción del flujo sanguíneo hacia el ovario y a los tejidos circundantes. Si no se trata a tiempo, puede provocar daño permanente al ovario y a otras estructuras cercanas, lo que puede afectar a la fertilidad y a la salud general de la mujer.
La torsión es más común en mujeres en edad reproductiva y puede ocurrir en cualquier momento, aunque es más probable que ocurra durante el embarazo o después de una cirugía abdominal. Otros factores de riesgo incluyen tener quistes ováricos, tener una anatomía ovárica anormal o tener antecedentes de torsión ovárica en la familia.
¿Qué puede provocar la torsión ovárica?
La torsión ovárica puede ser causada por una variedad de factores, pero en la mayoría de los casos, se produce cuando el ovario se mueve o se gira de una manera que causa una torsión en el tejido que lo rodea. Esto puede suceder durante una actividad física vigorosa, durante el embarazo o después de una cirugía abdominal.
Los quistes ováricos también pueden causarla. Un quiste ovárico es un saco lleno de líquido que se forma en el ovario y que puede ser benigno o maligno. Si un quiste ovárico crece lo suficiente, puede causar la torsión del ovario, lo que puede provocar la enfermedad.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas de la torsión ovárica pueden incluir:
- Dolor abdominal
- Náuseas y vómitos
- Fiebre
- Aumento del ritmo cardíaco
- Dolor durante las relaciones sexuales
- Calambres
Si experimenta alguno de estos síntomas, es importante buscar atención médica de inmediato, ya que puede ser una emergencia médica que requiere atención inmediata. Sin embargo, muchas veces estos síntomas suelen estar asociadas a otras afecciones como apendicitis o una infección del tracto urinario.
Tratamiento de esta afección
La torsión ovárica es una emergencia médica que requiere tratamiento inmediato para evitar daño permanente al ovario afectado. El tratamiento para la torsión ovárica implica desenrollar el ovario torsionado y la restauración del flujo sanguíneo al mismo.
El primer paso en el tratamiento es el diagnóstico preciso de la afección. Esto puede implicar una evaluación clínica, una ecografía, una tomografía computarizada (TC) o una resonancia magnética (MRI) para confirmar la torsión ovárica.
Si se confirma la torsión ovárica, el tratamiento puede incluir la realización de una cirugía de emergencia para desenrollar el ovario y restaurar el flujo sanguíneo. Esto se hace típicamente mediante laparoscopia , un procedimiento quirúrgico en el que se inserta un pequeño tubo con una cámara en el extremo a través de una pequeña incisión en el abdomen. El cirujano puede visualizar el ovario torsionado a través de la cámara y desenrollarlo cuidadosamente. Hoy en día se utiliza la cirugía robótica en estos casos.
En algunos casos, si la torsión ovárica se diagnostica temprano y el ovario no ha sufrido daño significativo, se puede intentar desenrollarlo sin cirugía mediante la manipulación manual del abdomen. Sin embargo, esto solo es posible en casos selectos y puede requerir una estrecha monitorización. Después del tratamiento para la torsión ovárica, se pueden recetar analgésicos y antibióticos para controlar el dolor y prevenir la infección. También es importante realizar un seguimiento cuidadoso para detectar cualquier complicación posterior, como la formación de un quiste ovárico.