Janssen acaba de anunciar la aprobación, en España, de una nueva combinación para el tratamiento de pacientes adultos con leucemia linfocítica crónica (LLC). Se trata de Imbruvica (ibrutinib) y venetoclax, lo que se conoce como I+V.
En España se diagnostican, cada año, unos 2.500 pacientes con este tipo de leucemia. Sin embargo, no todos ellos necesitarán tratamiento. En este sentido, se prevé que unos 700 pacientes anuales se beneficien de esta nueva combinación.
Beneficios de la combinación de ibrutinib y venetoclax
Ibrutinib, es un inhibidor de la proteína tirosina quinasa de Bruton (BTK). Este ya estaba disponible en España en diversas indicaciones para el tratamiento de 3 cánceres hematológicos. A estas indicaciones ahora se añade esta nueva en combinación con venetoclax.
En suma, la combinación de ibrutinib y venetoclax ha mostrado los siguientes beneficios:
- Es totalmente oral: esto permite, además de mejorar la calidad de vida, reducir el número de desplazamientos por parte de los pacientes al hospital.
- Es finita en el tiempo: no se trata de una terapia crónica, sino que tiene fin. Concretamente, son 15 ciclos, lo que se traduce en algo menos de unos 14 meses de tratamiento. Esto permite favorecer la adherencia terapéutica.
- No produce un aumento de la toxicidad: los efectos adversos de este nuevo tratamiento distan mucho de los asociados a la quimioinmunoterapia. La combinación de ibrutinib y venetoclax puede causar diarrea, neutropenia (disminución de glóbulos blancos), náuseas y dolor articular.
- Es posible retratar: la combinación I+V no provoca que el cáncer se vuelva resistente al tratamiento. Esto permite volver a efectuar el tratamiento en el futuro, de ser necesario.
El doctor José Ángel Hernández Rivas, jefe del servicio de Hematología del Hospital Universitario Infanta Leonor (Madrid) y vocal del Grupo Español de Leucemia Linfocítica Crónica (GELLC), explica que todo esto “nos permite iniciar un nuevo enfoque de tratamientos orales, sencillos de administrar, muy eficaces y generalmente con buena tolerancia, sin combinación con quimioinmunoterapia”.
“Al tratarse de pacientes con una patología crónica, cuanto menos interfiera la administración de los tratamientos con su vida normal, más conseguimos minimizar el impacto de la enfermedad. Disponer de un esquema completamente oral y finito supone una gran ventaja para los pacientes y sus cuidadores. Así, no necesitan desplazarse al hospital para la administración del tratamiento y se evitan los riesgos relacionados con la infusión”, ha destacado la doctora Ana Rubio Salvador, especialista en Farmacia Hospitalaria del Complejo Hospitalario de Toledo, especializada en farmacia oncológica y hematológica por el Colegio Americano de Farmacia Clínica.
Datos relevantes de la nueva combinación aprobada
La nueva combinación ha mostrado su eficacia tanto en pacientes jóvenes y con buen estado de salud como en pacientes mayores con comorbilidades.
Además, tras casi 4 años de seguimiento, ibrutinib y venetoclax logró reducir el riesgo de progresión de muerte en un 79%. Asimismo, el 74,6% de los pacientes de edad avanzada y/o con comorbilidades no tratados previamente seguían con vida y sin progresión a los 3,5 años con el tratamiento con I+V. En otra cohorte, con otros pacientes utilizando otro tratamiento, este porcentaje se redujo al 24,8%.
En palabras del doctor Hernández Rivas, “3 de cada 4 pacientes siguen libres de progresión al cabo de 42 meses. Y lo que es más importante, la supervivencia global es significativamente mejor, con la mitad de mortalidad a los 3,5 años de seguimiento”.
Por otro lado, la doctora Rubio ha destacado que la administración oral “anula las posibles reacciones infusionales. Además, al tratarse de un tratamiento finito, no compromete la adherencia a largo plazo”. “Los más de 8 años de experiencia clínica con ibrunitib nos permiten adaptar el tratamiento a las circunstancias y realidades de cada paciente. Derivado de esta amplia experiencia, podemos conocer el perfil de pacientes que se podrían beneficiar en mayor medida del tratamiento”, ha añadido.
¿Qué es la leucemia linfocítica crónica (LLC)?
La LLC es un cáncer de la sangre en general de curso crónico, que afecta específicamente a los glóbulos blancos. Además, se trata del tipo de leucemia más común en el mundo occidental, con una incidencia general de aproximadamente 4,92 casos por cada 100.000 personas al año en Europa. Es 1,5 veces más frecuente en varones que en mujeres.
Habitualmente, los pacientes con LLC son diagnosticados tras un análisis de sangre rutinario en el que los linfocitos aparecen aumentados. Además, los pacientes pueden notar los ganglios inflamados o molestias abdominales debido al aumento del tamaño del bazo a consecuencia de esta enfermedad.
Es importante tener en cuenta que la leucemia linfocítica crónica, como dice el propio nombre, es una enfermedad crónica. Es decir, no se le conoce cura como tal. Por eso, según explica el doctor Hernández Rivas, se está trabajando con la posibilidad de lograr la «enfermedad mínima residual», que es lo que potencialmente puede lograr esta nueva combinación. La enfermedad mínima residual permite mejorar ampliamente la calidad de vida de los pacientes con LLC y les ofrece cierta sensación de curación.