El vitíligo, más que un problema estético

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Más de la mitad de los pacientes declaran haber sido diagnosticados de algún trastorno mental, como depresión o ansiedad

En concreto, uno de cada tres es diagnosticado de depresión, mientras que tres de cada diez personas con vitíligo tienen ansiedad. «Es una enfermedad que se caracteriza por la aparición de manchas blancas en la cara y en otras partes del cuerpo de forma simétrica, generalmente. Esto repercute en la imagen de los pacientes, los cuales de forma habitual son estigmatizados. Y esto afecta a su vida personal, familiar y laboral», explica el doctor José Luis López Estebaranz, jefe del servicio de Dermatología del Hospital Universitario Fundación Alcorcón.

Por tanto, más allá de las secuelas físicas, el vitíligo tiene un importante impacto emocional en las personas que lo padecen. A diario, se enfrentan al estigma social y la discriminación. Por ello, es necesario más conocimiento y concienciación sobre esta patología. Con esta premisa, y en el marco de la celebración hoy del Día Mundial del Vitíligo, la compañía biofarmacéutica Incyte pone hoy en marcha la campaña «Vitíligo: más allá de lo que se ve», la cual tiene el aval de la Asociación de Pacientes de Vitíligo (ASPAVIT) y ha sido revisada por la Fundación Piel Sana de la Asociación Española de Dermatología y Venereología (AEDV).

Y es que el vitíligo, pese a no ser una enfermedad grave, ya que no pone en riesgo la vida del paciente, tiene una importante repercusión en la calidad de vida. Así lo corrobora Luis Ponce de León, presidente de ASPAVIT, quien asegura que «el cambio constante que se produce en nuestro cuerpo debido a la despigmentación, más allá de la estética, te afecta mentalmente. En este sentido, la adolescencia suele ser la peor etapa, donde los pacientes tienen que escuchar calificativos como vaca lechera o dálmata, lo que contribuye a la baja autoestima y al aislamiento social de los chavales».

En este contexto, Juan Díaz, director general de Incyte Biosciences Iberia, afirma que «el vitíligo es una enfermedad compleja y aún hay muchas cosas que no sabemos sobre la misma. Nuestro compromiso es marcar la diferencia en las vidas de los pacientes que, como en este caso, tienen una enfermedad menos común y no por ello menos importante ya que tiene un considerable impacto emocional sobre ellos y su entorno. Así, trabajamos para poner a su disposición tanto tratamientos innovadores como para poner solución a sus necesidades no cubiertas también desde una perspectiva social. Y esta campaña es un paso fundamental para que se comprenda mejor el vitíligo y a las personas que lo padecen».

Vitíligo, más allá de lo que se ve

La campaña «Vitíligo: más allá de lo que se ve» se inicia hoy en Madrid mediante un autobús que recorrerá las calles hasta el 1 de julio para concienciar y sensibilizar sobre esta enfermedad. El mismo circulará también por Barcelona, del 2 al 8 julio, y por Valencia del 10 al 15 de julio. Como incide el presidente de ASPAVIT, Luis Ponce de León, «es clave que el resto de la sociedad sepa qué es el vitíligo, es decir, que se visibilice que nuestra piel está sana. Lo único que ocurre es que los melanocitos, que son las células encargadas de la producción de melanina y, por tanto, responsables del color de la piel/pelo/mucosas, dejan de ejercer su función por una cuestión genética o inmunológica».

Además, se hará difusión de la campaña a través de las redes sociales de Incyte mediante el hashtag #VitiligoInvisible y se ha creado la página web https://www.esvitiligo.es/, dirigida a la población en general, para promover la inclusión y el respeto hacia quienes viven con esta enfermedad.

En palabras del doctor Estebaranz, «algo tan cotidiano en esta época estival como ir a bañarse a la playa o a la piscina, acudir al gimnasio, etc. se convierte en un reto para las personas con vitíligo. Es frecuente que sean señalados o todo el mundo se fije en ellos.  Incluso, sigue habiendo también falsos mitos sobre esta enfermedad como, por ejemplo, que es contagiosa, lo cual lleva al rechazo y es difícil lidiar a diario con esto». A ello se une, como añade el doctor, que «alrededor de un 60% de los profesionales sanitarios de dermatología y atención primaria, por desconocimiento, les dicen a estos pacientes que no pueden ser tratados, lo que les frustra aún más».

Al respecto, Luis Ponce de León señala que «sólo el 0,2% de las personas con vitíligo están diagnosticadas. Así pues, es necesaria mayor agilidad para que el paciente sea derivado al equipo dermatológico de su centro hospitalario de referencia». En general, comenta que, «tanto a nivel médico como social hemos de conseguir que no se banalice la enfermedad, hay que normalizar la patología».

Y no sólo la depresión, la ansiedad y los problemas del sueño son frecuentes en estos pacientes. «El vitíligo puede ir asociado a enfermedades autoinmunes, especialmente tiroideas, así como a la alopecia areata, la artritis reumatoide, la diabetes o la psoriasis, entre otras».

En definitiva, tanto el doctor como el presidente de ASPAVIT coinciden en que «para mejorar la calidad de vida de las personas con vitíligo es necesario favorecer la igualdad de derechos y oportunidades para ellas, fomentar una sociedad inclusiva y respetuosa y que este aspecto psicosocial sea tenido en cuenta a la hora del tratamiento». «Un tratamiento que», como subraya Luis Ponce de León, «debe ser accesible a todos en cualquier parte de España».

Vitíligo, ¿sabías qué?

El vitíligo es una enfermedad crónica autoinmune que provoca la pérdida de pigmentación. Es la enfermedad despigmentante más frecuente y afecta entorno a un 1,6% de la población2. Afecta por igual a adultos y niños de ambos sexos3 y suele aparecer alrededor de los 30 años4,5, aunque puede hacerlo a cualquier edad: niños, jóvenes, adultos.

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