¿Por qué se producen las alergias? Esta es una pregunta que muchos nos hemos hecho alguna vez. Comienzan los mocos, la congestión, los estornudos y es imposible parar. Las alergias se producen cuando el sistema inmune reacciona ante una sustancia extraña.
¿Qué es la alergia al calor y sudor?
Existen numerosas alergias, desde el polen, alimentos, plantas, humedad, hasta el calor y el sudor. Esta es una de las más extrañas. Tiene lugar cuando la temperatura del cuerpo se eleva. El calor provoca que generemos sudor intensamente y surgen reacciones alérgicas que se manifiestan mediante comezón, enrojecimientos y pequeñas bolas.
Se trata de una reacción de sistema nervioso debido al incremento de la temperatura. Este tipo de alergia suele aparecer en los niños. La piel se altera y puede llegar a surgir dermatitis. Esta aparece, sobre todo, en las zonas propensas al sudor: los pies, cuello, axilas, ingles o brazos.
Aparecen ronchas rojas o sarpullidos en las zonas más expuestas al sol. El sudor también provoca picor en la zona afectada. Pueden llegar a aparecer costras e hinchazón en las zonas afectadas. Por tanto, se trata de una patología bastante molesta que, en alguna ocasión, puede generar nauseas, malestar, dolor de cabeza, diarrea y otros síntomas como cansancio o dificultad para respirar.
Cualquier persona puede padecer la dermatitis generada por la alergia al calor y sudor. Sin embargo, como se comentaba, esta patología es bastante frecuente en bebés, ancianos y enfermos que pasen mucho tiempo en cama.
¿Por qué tiene lugar la alergia al calor y sudor?
Como toda alergia, se produce por una reacción del sistema inmune y nervioso. Las fibras nerviosas que se encuentran en las glándulas sudoríparas reaccionan al calor y al sudor cuando sube la temperatura corporal.
El cuerpo tiende a liberar histamina, concretamente el sistema inmune, y el cuerpo responde creando una sensación de picor o ardor en la piel. De esta forma comienza la urticaria y las actividades que impliquen más sudor harán que las erupciones cutáneas crezcan.
Por tanto, la piel se convierte en una piel sensible y es importante observar la reacción de la urticaria por calor y los síntomas de la alergia ya que en algún caso la alergia al sudor requerirá atención médica.
Cuidados y tratamientos para la alergia al calor y sudor
Como cualquier alergia, los antihistamínicos son de gran ayuda. Sin embargo, lo mejor es acudir a un especialista para que valore el mejor tratamiento para la piel. Mientras, puedes utilizar crema hidratante para refrescar la zona.
Si los remedios “caseros”, es decir, aquellos que puedes tener en casa, siempre puedes acudir a un especialista para que te recete corticoides o esteroides para tratar la urticaria o la erupción cutánea. Estos se suelen prescribir para brotes ocasionales. Por lo tanto, si tu alergia no es común siempre puedes usarla.
Recuerda evitar utilizar cremas antiinflamatorias o incluso ibuprofeno. No calman la irritación ni la rojez ni las ronchas en la piel. Al contrario. Empeoran la reacción y el brote de urticaria. Por ello, evita cremas que tengan ibuprofeno o antiinflamatorio.
¿Se puede evitar esta alergia?
La forma de evitar la alergia al calor o sudor es evitar las situaciones en las que tu cuerpo se estresa y comienza la sudoración. A veces no es fácil, pero en el caso del ejercicio, puedes hacerlo en un interior, o incluso nadar, para mantener la piel refrescada.
Cuando frecuentes lugares cálidos, recuerda utilizar ropa holgada y fresca. Por último, recuerda evitar situaciones que te provoquen estrés. Se trata de llevar un estilo de vida saludable con algunas restricciones para proteger la piel a diario.