A medida que avanza el día tendemos a sentirnos más cansados. El cuerpo pide cierto tipo de alimentos que pueden hacer que aumente todavía más esa sensación de cansancio físico y mental. Todo, más allá de las actividades que desempeñamos diariamente.
La falta de energía es a veces un problema porque nos impide avanzar en la realización de tareas. Pierdes la concentración y sientes cansancio. Esto puede deberse a numerosos factores: el estrés, pocas horas de sueño, mal descanso, sedentarismo y una dieta incorrecta.
Una alimentación poco equilibrada, con exceso de grasas y azúcares refinados puede generar cansancio físico y mental. Estos alimentos son expertos ladrones de energía y nuestro cuerpo los demanda cada vez más. ¿Por qué? Por una adicción.
Metabolizamos el azúcar rápidamente y en este proceso se invierten grandes cantidades de energía destinadas a otras actividades. El cuerpo, por tanto, no queda saciado y ha gastado una cantidad alta de energía en metabolizar los ultraprocesados. Si bien es cierto que en un primer momento el azúcar aporta un nivel energético alto, ese impulso queda rezagado pocas horas después y llega el cansancio.
Los procesos de refinado y sus altas temperaturas quitan muchos nutrientes. Sin duda, eliminar los alimentos refinados y sustituirlos por su formato natural o integral nos hará ganar energía y por tanto, combatir el cansancio.
Alimentos que incrementan el cansancio
El exceso de calorías y una abundante cantidad de alimentos sobrecargan el aparato digestivo. Esto obliga a nuestro cuerpo a concentrarse en el proceso de la digestión consumiendo energía. Así pues, se genera una fatiga que dificulta la realización de actividades. Los alimentos que generan cansancio suelen ser:
- Carbohidratos como el arroz, la pasta o las galletas entre otros. Juegan el papel explicado anteriormente. Provocan una subida de energía, pero rápidamente aparece la somnolencia.
- Los ultraprocesados. Además de su alto contenido en azúcar refinado, tienen un exceso de harinas y grasas. Esto les aporta un gran sabor que hace que nuestro cuerpo pida más, pero es necesario un gran esfuerzo para digerirlos.
- Azúcar refinado, que provoca una subida de insulina. Esto a su vez genera un subidón de energía, pero que, de nuevo, desaparece tan rápido como apareció.
- Cafeína. Muchos de nosotros necesitamos ese café mañanero, pero la cafeína genera hiperactividad. Esto implica que, después de ese estímulo, que puede durar unas horas, llega el periodo de insomnio y, por tanto, de cansancio.
- Alcohol ya que actúa sobre los neurotransmisores y estos tardan más en lanzar los estímulos al cerebro.
- Mala hidratación que provoca dolor de cabeza.
A pesar de la cantidad de alimentos que provocan cansancio, existen muchos otros que ayudan a combatirlo. Algunos ejemplos son la avena, ya que es un cereal no procesado y con un alto contenido de fibra. El plátano por ser fuente de potasio y fibra. Las espinacas por su alto contenido de nutrientes esenciales y los frutos secos, que aportan nutrientes, proteínas y omega 3.
