La menstruación es un proceso biológico femenino donde las hormonas juegan un importante papel. Si a esto se le suma que se trata de una mujer estresada, el efecto hormonal puede incrementarse el doble. Y es que una de las maneras en que afecta el estrés a la menstruación es originando cambios importantes de humor en la mujer. Esto es producto de un incremento inusual de hormonas que alteran considerablemente su estado emocional.
En los tiempos actuales, combatir el estrés es prácticamente una necesidad. Existen muchas maneras en que esa condición puede afectarnos y no hay ningún proceso biológico que no se vea alterado cuando el cuerpo y las emociones entran en conflicto y le ordenan al cerebro que se alarme y comience a producir excesiva cantidad de la hormona cortisol.
En el caso de las mujeres, el estrés puede ser tan determinante en la función de su cuerpo que hasta tiene el poder de influir en el correcto funcionamiento de su ciclo menstrual, produciendo alteraciones. Además, el dolor de vientre también suele aumentar cuando la mujer sufre de estrés.
Cómo afecta el estrés a la menstruación
Otra de las maneras en que el estrés afecta a la regla es provocando que la regla se retrase o se produzcan ciclos menstruales irregulares. Las emociones y los nervios tienen el poder de influir significativamente en el funcionamiento del organismo y, por esta razón, es común notar que cuando la mujer ha sufrido episodios de estrés crónico su período se adelanta o se retrasa algunos días o incluso semanas.
Cuando se dan periodos menstruales irregulares estos pueden ser:
- Polimenorrea: ciclos demasiado cortos, pues la menstruación se produce en intervalos de 21 días o menos.
- Oligomenorrea: ciclos demasiado largos, ya que la menstruación se produce en intervalos superiores a 35 días.
Por otro lado, cuando la mujer está muy estresada también es común que se produzca una interrupción del período. Esto ocurre cuando la menstruación aparece, pero no dura el tiempo acostumbrado, sino que se interrumpe súbitamente. Por lo general, el período vuelve a aparecer de nuevo cuando los niveles de cortisol y el estrés han sido controlados.
El estrés también puede afectar a la regla ocasionando amenorrea, es decir, la ausencia del ciclo menstrual. Esto, en muchas ocasiones, se debe al estrés previo que ha tenido el organismo que no ha permitido que el ciclo menstrual culmine en los días esperados, sino que se ha retrasado provocando su ausencia.
El síndrome premenstrual es una de las cosas de las que más se quejan las mujeres. Suele ocurrir un par de días previos a la llegada de la regla y ocasiona síntomas fuertes como cansancio, dolor abdominal, hinchazón de las mamas, dolor en las piernas o caderas, hambre, tristeza y dolor de cabeza. Toda esta sintomatología puede agravarse o aumentar su intensidad si la mujer atraviesa un periodo de estrés.
También tenemos por otro lado la condición conocida como polimenorrea, que ocurre cuando la mujer presenta ciclos cortos o inferiores a 21 días, provocando en algunos casos que la menstruación baje hasta dos veces en un mismo mes.
Conclusiones
Por lo general, el estrés no le hace nada bueno al organismo, por lo que lo más recomendable es tratar de controlar los nerviosos y mantener la mente en calma. Además de mantener pensamientos positivos para evitar que este problema afecte de manera muy negativa los procesos biológicos del cuerpo humano.
