Velar por la salud cardiovascular durante la vejez es algo clave, pues los últimos estudios han demostrado que más del 80% de las personas mayores de 65 años han fallecido como consecuencia de una afección cardiaca.
La fisiología de este órgano pasa por diferentes etapas y según vamos envejeciendo sufre varios cambios perjudiciales para su salud. Además, puesto que las personas de edad avanzada presentan otras patologías, esto puede dificultar bastante su tratamiento.
En este artículo vamos a descubrirte los mejores consejos para cuidar la salud cardiovascular durante la vejez, ¡toma nota!
Cómo mantener una salud cardiaca óptima en la vejez
Antes hemos hablado de los cambios que se producían en el corazón a edades avanzadas. Pues bien, algunos de los más destacados hacen referencia a su aumento de tamaño y la pérdida de elasticidad de las arterias centrales.
La frecuencia cardiaca también disminuye, por lo que no aumentará con la práctica de ejercicio, tal y como sucede en el caso de las personas más jóvenes. Asimismo, la presión arterial varía según el cambio de posición del cuerpo y el uso de fármacos puede producir efectos negativos en varios órganos como el corazón.
Por esa razón, a pesar de que en la vejez se producen alteraciones fisiológicas negativas, es prioritario no descuidar nunca la salud cardiaca y apostar por un estilo de vida saludable.
Desde aquí vamos a proporcionar algunos consejos para cuidar la salud cardiovascular durante la vejez, sea cual sea nuestra edad:
- Ejercicio físico. Practicar alguna actividad física regularmente es muy importante para mantener una adecuada salud cardiovascular en personas mayores. A la hora de escoger el ejercicio más adecuado, conviene hablar con el médico para que él muestre su opinión en función del historial médico del paciente. De cualquier forma, sea cual sea la actividad escogida, es fundamental adaptar el ejercicio físico a la edad y la condición física.
- Dieta sana, peso adecuado. A edades avanzadas es fundamental reducir el nivel de grasas saturadas, sal, azúcares refinados y grasas trans. Es importante optar por una alimentación rica en frutas y verduras que sean altas en fibra, y añadir pescado y carne de ave sin piel.
- Controlar el nivel de estrés y ansiedad. El estrés incide negativamente en nuestra salud física y mental, y la mejor manera de reducirlo es a base de ejercicio, aunque existen otras alternativas igual de eficientes: caminar al aire libre, técnicas de relajación, momentos de ocio o una buena conversación.
- Dejar de fumar. El tabaco forma parte de un hábito nocivo y peligroso que puede afectar a la salud del corazón. Con el tiempo, fumar aumenta las posibilidades de padecer enfermedades cardiacas, además de cáncer y derrame cerebral. Lo mejor de todo es que el cuerpo ejercerá sus propios mecanismos para repararse por sí solo en cuanto detecta que la persona ha dejado de fumar.
- Factores de riesgo controlados. Para contribuir con una salud del corazón óptima debemos controlar los siguientes factores: azúcar en sangre, presión arterial y nivel de colesterol. Si descuidamos cualquiera de ellos y sus niveles comienzan a elevarse peligrosamente, pueden originar enfermedades concretas, aunque entre ellas están las cardiopatías.
- Tener cuidado con el alcohol. Las bebidas alcohólicas (vino, cerveza o licor destilado) no son sanas para nuestro corazón, aunque podemos ajustar su consumo para que no nos perjudique. Lo recomendable es limitar su ingesta en la medida de lo posible y pedir consejo al médico.
- Chequeos regulares. Ir al médico regularmente es clave a estas edades. Lo más aconsejable es hacerse chequeos con cierta periodicidad, aunque la persona se encuentre bien. Algunas patologías no presentan síntomas demasiado acentuados y pueden pasar desapercibidos. Además, a la hora de tratar con efectividad cualquier enfermedad, como es el caso de las enfermedades cardiovasculares, es preferible detectarlas en su fase inicial.