La alimentación en verano deja de ser lo que era. Muchos son los caprichos que nos permitimos y pocos son los ojos que ponemos en lo que comemos. El verano es una época del año en la que nos gusta disfrutar de la playa, el chiringuito, la bebida, pero es también la época en la que más calor hace y que pone en riesgo nuestra salud.
El calor se convierte en uno de nuestros enemigos ya que la época estival se vuelve críticas por para la seguridad alimentaria. Las altas temperaturas favorecen el desarrollo de microorganismos y extremar las precauciones en la manipulación y conservación de alimentos en verano es necesario.
Las temperaturas inadecuadas en la conservación, las manipulaciones incorrectas, la cocción insuficiente de los alimentos o la falta de limpieza e higiene son los principales factores que pueden dar lugar a la contaminación de un alimento y, consecuentemente, de las intoxicaciones y las infecciones alimentarias, habituales en la época estival.
¿Qué es una intoxicación alimentaria?
La intoxicación alimentaria se produce por una indigestión de alimentos que no se encuentran en buen estado. Esto se debe sobre todo a organismos infecciosos como bacterias, virus y parásitos, que generan infección o irritación en el tracto gastrointestinal. Estas bacterias pueden contaminar los alimentos en cualquier momento: desde la producción hasta el cocinado.
Los principales síntomas de una intoxicación van desde las náuseas y vómitos, hasta diarreas, dolores o calambres abdominales, fiebre o incluso en el peor de los casos deshidratación y desmayos.
¿Por qué aumentan las intoxicaciones en verano?
Las intoxicaciones alimentarias son muy frecuentes en verano, ya que surgen las bacterias o parásitos en los alimentos y en el agua, por las elevadas temperaturas y por la falta de higiene.
La proliferación de los gérmenes se produce por la combinación de tres factores que hay que tener en cuenta si se quieren evitar:
- Las altas temperaturas favorecen la proliferación de las bacterias. Para dificultar su proliferación se deben mantener por debajo de los 5º aquellos alimentos que deban estar refrigerados y, por otro, alcanzar al menos los 65º durante dos minutos al cocinarlos.
- Evitar la humedad a toda costa. Si tienes sobras de comida y las dejas abiertas en un ambiente con humedad, es más probable que aparezcan bacterias.
- El tiempo es clave. Las bacterias se reproducen muy rápido, por lo que es importante conservar los alimentos lo antes posible.
Teniendo en cuenta estos factores, os dejamos una serie de útiles consejos para evitar que los alimentos se desperdicien y que las bacterias proliferen:
- Extrema la higiene personal. Lava las manos con frecuencia y siempre antes de tocar alimentos.
- Refrigera la comida cuando antes.
- Si vas a hacer una comida en la playa, recuerda llevar tuppers herméticos.
- Evita la contaminación cruzada, sobre todo entre alimentos crudos y cocinados.
- En la compra, prioriza. Los alimentos congelados cógelos los últimos.
¿Cómo actuar ante una intoxicación?
Si a pesar de seguir estos consejos tienes la mala suerte de sufrir una intoxicación alimentaria recuerda tomar suero y acudir al médico lo antes posible ya que la fiebre podría subir y podrías experimentar los síntomas descritos más arriba y que empeoran tu salud. A continuación sigue una dieta blanda basada en arroz y patata cocida, caldo, sopas, etc.