La generación milenial (los nacidos entre 1981 y 1993) y la generación Z (nacidos entre 1994 y 2010) lideran la conversación en redes sociales en España sobre salud mental tras la pandemia, según se recoge en el informe del Grupo HLA “¿Cómo hablan las diferentes generaciones sobre salud mental?”. Estos grupos de población joven muestran un alto nivel de concienciación sobre la necesidad de desestigmatizar la salud mental y mejorar tanto las terapias como el acompañamiento emocional a los pacientes. Igualmente, son especialmente activos en la conversación sobre temas relacionados con los trastornos de la conducta alimentaria (TCA).
El informe del Grupo HLA, que tiene como objetivo estudiar las diferencias en torno a cómo se han venido expresando en redes sociales las distintas generaciones sobre la salud mental durante la pandemia y a posteriori, analiza 7,2 millones de menciones sobre salud mental registradas en X (Twitter), Instagram y Facebook, emitidas entre el 1 de enero de 2020 y el 31 de diciembre de 2023. Más de 1,15 millones de cuentas han participado en esta conversación.
Entre las conclusiones del informe, destaca la mayor implicación de las generaciones más jóvenes en el debate público sobre salud mental: el 65% del volumen total de conversación en redes sociales sobre este tema fue generado por las generaciones milenial y Z, que hablan casi un 54% más sobre salud mental que las generaciones de mayor edad (generaciones X y ‘baby boomers’). En cuanto a los contenidos, aunque varían en función del grupo de edad, las temáticas más destacadas son salud mental como concepto general; depresión y deterioro de la salud mental; ansiedad y estrés; búsqueda de ayuda y apoyo profesional; trastornos de la conducta alimentaria (TCA); y la relación entre salud mental y suicidio.
Santiago Pérez, director de la Unidad de Psicología de la Clínica HLA Montpellier (Zaragoza) y psicotraumatólogo en el Hospital HLA Universitario Moncloa (Madrid), apunta que “las generaciones más jóvenes tienen una mayor concienciación sobre salud mental y han desestigmatizado la conversación sobre este tema. En este sentido, la pandemia y el confinamiento sirvieron para romper algunos tabúes y normalizar el debate público sobre salud mental, al menos en una parte de la población. Esto tiene un reflejo directo en la actividad asistencial: se ha incrementado el número de pacientes y las generaciones más jóvenes han normalizado acudir a un especialista en salud mental cuando creen tener síntomas de alguna patología como la ansiedad”.
Cambio generacional
El informe observa matices y diferencias entre los distintos grupos generacionales a la hora de debatir y actuar. Así, el estudio muestra que los miembros de la generación Z son los que más contenido generaron en el período 2020-2023 y están presentes en todas las temáticas, liderando de forma muy destacada la conversación sobre TCA (una temática que supone el 31% de su conversación). Además de la concienciación, buena parte de su conversación se reparte entre sus experiencias personales con el manejo de la depresión, el estrés y la ansiedad.
Por su parte, la generación milenial es el grupo de edad que más publica sobre desestigmatización o para intentar corregir conceptos erróneos y bulos (casi el 20% del total de su conversación). Además, comparten con frecuencia experiencias personales (16%) y buscan concienciar sobre los malos hábitos que pueden conducir a un TCA (16%). Este grupo lideró la conversación sobre salud mental en el último año.
Santiago Pérez explica que la práctica clínica confirma esta diferencia entre las dos generaciones más jóvenes: “A partir del confinamiento, se incrementan las consultas de la generación Z y esta tendencia se mantiene hasta ahora. Son pacientes muy demandantes, que creen tener un diagnóstico sobre lo que les pasa y que están acostumbrados a utilizar una terminología muy específica pero que muchas veces es errónea. Tienen un exceso de información y se centran en los síntomas más que en el origen de sus problemas. La mayor parte de las consultas se deben a problemas de ansiedad y estrés o trastornos de la conducta alimentaria”.
En cuanto a los milenial, Pérez explica que “representan el grueso de las consultas y son una generación más preparada, que ha desestigmatizado la salud mental y tiene menos dificultades para acudir a un profesional. En este caso, es mayor la presencia de mujeres en las consultas: un 70-75% de los pacientes milenial son mujeres. Esta generación tiene un conocimiento más profundo y preciso, es más rigurosa en el uso de los términos y muestra una mayor preocupación por identificar las causas y el origen de los síntomas”.
Por su parte, la generación X (nacidos entre 1965 y 1980) utiliza la conversación en redes sociales para hacer concienciación a través de contenido científico/informativo, es activa en la crítica política (28% de la conversación) y se preocupa por el suicidio en personas con depresión o problemas de salud mental (un 13%).
Por último, los llamados ‘baby boomers’ (nacidos entre 1946-1964) lideran la crítica política sobre el bienestar mental, especialmente tras 2021, y reclaman más medios a las Administraciones Públicas para atender la salud mental. La conversación sobre el estrés, tras tres años siendo muy residual, en 2023 supuso el 4%. Este es el grupo, además, que menos conversa sobre TCA, tan solo un 4%
Sin embargo, a pesar de reclamar más medios y una mejor atención, Santiago Pérez explica que “en la población a partir de 60 años, apenas hay cambio en las consultas respecto a antes de la pandemia. Estas generaciones mantienen una conceptualización compleja de la salud mental y una cierta estigmatización. En términos generales, no consideran normalizada la salud mental y son reacios a buscar ayuda profesional ante este tipo de patologías”.
Madrid, Andalucía y Cataluña lideran la conversación
El informe también hace un análisis sobre la procedencia regional de los mensajes y destaca que Comunidad de Madrid, Andalucía y Cataluña lideran la conversación, mientras que las comunidades autónomas en las que menos se habla en redes sociales sobre estas temáticas son, además de las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, La Rioja, Navarra y Cantabria.
En el análisis por género, aunque las mujeres son ligeramente más participativas en la conversación, no se observa una diferencia significativa entre ambos sexos. Además, el volumen de menciones a lo largo de estos cuatro años es también muy similar en ambos casos, coincidiendo los principales picos de menciones, y se corresponde con el porcentaje de participación de cada género.
Por último, el informe destaca que “la conversación relacionada con la salud mental experimentó un crecimiento en el volumen de menciones a partir del 2020 debido especialmente a las consecuencias de la pandemia de la COVID-19 y el confinamiento. Sin embargo, en 2023 ese volumen ha vuelto a las cifras anteriores a la pandemia debido a la normalización de la situación”. Aún así, la cantidad de mensajes relacionados con la salud mental en redes sociales sigue siendo elevada, cercana al millón y medio de menciones en el último año.