El edema macular diabético es una complicación ocular que afecta a personas con diabetes mal controlada. Se produce cuando los niveles altos de azúcar en la sangre, conocidos como hiperglucemia, dañan los pequeños vasos sanguíneos en la retina.
Es importante tener en cuenta que el edema macular diabético es una patología que puede causar pérdida visión irreversible. Esto significa que no es posible recuperar la visión perdida, cosa que sí sucede en otras afecciones, como las cataratas.
Síntomas del edema macular diabético
- Visión borrosa: la capacidad de ver con claridad se ve afectada, haciendo que los objetos parezcan difuminados o desenfocados.
- Distorsión visual: las líneas rectas pueden aparecer curvas o torcidas, lo que afecta la percepción espacial.
- Pérdida de visión central: la visión central se vuelve borrosa o se pierde por completo, lo que dificulta la lectura, la identificación de rostros y otras tareas que requieren una visión nítida.
Causas del edema macular diabético
El edema macular diabético se desarrolla como consecuencia de la retinopatía diabética, una complicación ocular común en personas con diabetes mal controlada.
Cuando los niveles de glucosa en la sangre son altos durante un período prolongado, los vasos sanguíneos de la retina se debilitan y sufren daños. Esto provoca una fuga de líquido y proteínas hacia la región de la mácula, que es responsable de la visión central aguda.
¿Qué tratamientos existen?
- Inyecciones intravítreas: se administra una sustancia directamente en el ojo para reducir la inflamación y prevenir la acumulación de líquido en la mácula.
- Terapia con láser: se utiliza un láser de baja intensidad para sellar los vasos sanguíneos dañados y prevenir la fuga de líquido.
- Cirugía: en casos más graves, puede ser necesario realizar una vitrectomía, un procedimiento quirúrgico en el que se extrae el gel vítreo del ojo y se reemplaza con una solución salina para aliviar la tracción en la retina.
Consejos para prevenir el edema macular diabético
- Controlar los niveles de glucosa en la sangre: mantener un control adecuado de la diabetes es fundamental para prevenir el desarrollo y la progresión de esta patología. Esto implica seguir una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente y tomar los medicamentos recetados según las indicaciones médicas.
- Realizar exámenes oculares periódicos: es importante someterse a revisiones oculares regulares, especialmente si se tiene diabetes. Estas revisiones permiten detectar cualquier signo temprano de retinopatía diabética o edema macular diabético y comenzar el tratamiento de manera oportuna.
- Controlar la presión arterial y los niveles de lípidos: mantener la presión arterial y los niveles de lípidos (colesterol y triglicéridos) bajo control también es esencial para prevenir complicaciones oculares relacionadas con la diabetes.
- Evitar el tabaquismo: fumar puede agravar los problemas oculares en personas con diabetes, por lo que es importante evitar el tabaco.
