El miedo a conducir, también denominado amaxofobia, se produce cuando sentimos un pánico irracional o ansiedad ante el hecho de ponernos al volante. Este hecho puede estar provocado por un trauma sufrido al volante, por falta de seguridad personal o simplemente por salir de la zona de confort que se produce al ser copiloto.
Los nervios al ponerse al volante de un vehículo durante las primeras clases prácticas o como conductor nobel son totalmente normales. El problema se produce cuando está situación de estrés se convierte en algo habitual y se manifiesta de manera intensa, irracional y persistente, derivando en situaciones de pánico y bloqueo.
De esta forma, las personas que sufren de amaxofobia sobrestima el peligro y subestima sus propias capacidades para hacer frente a esta situación. El miedo le limita, anula y condiciona por la situación de pánico y descontrol que se produce, mucho más intensa que el peligro que existe en realidad.
Síntomas y causas
Entre los diferentes síntomas que produce el miedo a conducir podemos enumerar los sudores, vértigos, mareos, taquicardias, ganas de llorar o gritar, agarrotamiento muscular, ansiedad, pánico y depresión.
Si los clasificamos por tipo de signos podemos encontrar tres bloques diferentes. En primer lugar, las manifestaciones cognitivas se centran en la preocupación, la inseguridad, el temor o la aprensión. En este aspecto, la persona desarrolla pensamientos negativos que dificultan su concentración y la toma de decisiones.
En segundo lugar, tenemos los síntomas visibles que son los que podemos observar desde fuera. Entre ellos destacan los signos de nerviosismo, los movimientos torpes y desorganizados y el hecho de que la persona evite conducir.
Por último, la amaxofobia también puede producir síntomas fisiológicos como el aumento de pulso, los sofocos, molestias en el pecho o el estómago, los temblores o la sudoración.
Respecto a las causas, podemos encontrar motivos de diversa índole. Uno de estos condicionantes puede ser la personalidad. Las personas inseguras o con baja autoestima, así como las que son muy perfeccionistas pueden desarrollar amaxofobia.
También puede venir determinado por la falta de formación en la autoescuela o por el paso de los años y la pérdida de facultades psicofísicas para conducir.
Además, las personas con ansiedad o estrés, pensamientos negativos o que hayan sufrido algún accidente de tráfico son también más propensos a sufrir este miedo.
Diferencias por sexos y edad
Esta ansiedad podría afectar a uno de cada cuatro conductores en España. Por sexos afecta en mayor parte a mujeres, representando éstas el 55% de los casos mientras que los hombres suman el 45%. De esta forma lo recoge un estudio elaborado por la Fundación de Comisariado Europeo del Automóvil (CEA).
En cuanto a la edad, las mujeres manifiestan amaxofobia más jóvenes, ya que, entre los 40 y 59 años, lo manifiestan un 65% de ellas. Por su parte, los hombres lo hacen con más de 60 años.
El miedo a conducir provoca que muchas personas dejen de conducir totalmente, siendo este porcentaje de un 21% de las personas que sufren amaxofobia.
Posibles soluciones
Superar el miedo a conducir no es nada fácil, pero podemos seguir una serie de consejos que nos ayuden a mitigar los síntomas y a reducir progresivamente los síntomas para poder eliminar todos los síntomas. A continuación, os enumeramos una serie de pautas que pueden ayudaros:
- Utiliza técnicas de relajación para mantenerte en calma
- Cambia la percepción negativa sobre la conducción
- Trabaja la confianza en ti mismo
- Empieza a conducir poco a poco en trayectos cortos y acompañado
- No te autoexijas, vete aumentando los tiempos en función de tus progresos
- Sigue una rutina