El corazón es el órgano encargado de que la circulación sanguínea tenga lugar. La sangre viaja a través de venas y arterias para llegar a todo nuestro organismo. Sin embargo, hay veces en las que se producen complicaciones en los vasos sanguíneos. En estos casos, la circulación sanguínea se ve afectada y pueden aparecen arañas vasculares, entre otros problemas.
La circulación sanguínea se encarga de distribuir por todo nuestro organismo las sustancias y nutrientes necesarios para poder vivir. Cuando esta se ralentiza o se bloquea las células no reciben el oxígeno y nutrientes necesario. Por ello, es importante vigilar los problemas circulatorios con frecuencia.
Síntomas de una mala circulación sanguínea
Para poder poner remedio a una mala circulación es importante saber identificar si es nuestro caso. Para ello, debes estar atento a los siguientes síntomas:
- Sensación de pesadez o piernas cansadas
- Tono de la piel: si se vuelve azulado es un signo de una mala circulación sanguínea
- Sequedad de la piel
- Calambres musculares con frecuencia
- Notar hinchazón y hormigueo
Si notas cualquiera de estos síntomas, lo mejor es seguir una serie de consejos para prevenir la mala circulación.
¿Cómo mejorar la circulación sanguínea?
Para mejorar la circulación sanguínea es fundamental analizar nuestros hábitos de vida. Estos deben ser lo más saludables posible, incluyendo buena alimentación e hidratación. Además de estos básicos, te dejamos una serie de trucos para mejorar la circulación:
- Realiza actividad física: estar de pie muchas horas o incluso quieto o sentado durante largos periodos de tiempo puede afectar a la circulación de la sangre. Por ello, debes realizar actividades sencillas y moverte cada dos horas para activar el movimiento de la sangre.
- Aumenta el consumo de alimentos ricos en vitamina C. El consumo de cítricos evita el exceso de grasa y en definitiva contribuye a un mejor flujo de la sangre.
- Un mayor consumo alimentos como el ajo, las cebollas, tomate o las almendras contribuyen a una mejor circulación.
- Utiliza crema para aliviar las piernas cansadas y la retención de líquidos. Para ello, también debes tener en cuenta que es importante hidratarse bien para no retener líquidos.
- Reduce el uso de prendas de ropa apretadas. Estas cortan la circulación.
- Recurre a baños de agua fría ya que alivian la pesadez y reducen la inflamación de las piernas.
- Evita el colesterol alto. Esto hará que la sangre circule con problemas. Para ello, lleva una buena alimentación e incluye nueces y jengibre en la dieta.
Por último, evita la sal ya que contribuye a la retención de líquidos. Sustitúyela por especias para dar sabor a los alimentos. Además, procura que estos sean altos en fibra para mejorar el tránsito intestinal.
