España, a la cola de Europa en consumo de cereales integrales: solo el 11% come pan integral

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España es uno de los países europeos con menor consumo de cereales integrales, un alimento clave para mejorar la salud digestiva, cardiovascular y metabólica. Mientras que la recomendación nutricional se sitúa en 25 gramos de fibra al día, los españoles apenas alcanzan 12,5 gramos, lo que refleja una ingesta claramente insuficiente. Además, los adultos consumen de media solo 12,3 gramos de cereales integrales al día, y únicamente el 11% de la población incorpora con frecuencia pan integral en su alimentación.

En el marco del Día Internacional del Cereal Integral (19 de noviembre), el Consejo Europeo para la Información sobre Alimentación (EUFIC) ha lanzado la campaña “¡Pásate a lo integral!”, con el objetivo de concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de estos alimentos y facilitar su incorporación en la dieta diaria. Según el organismo, los cereales integrales aportan hasta un 75% más de nutrientes y significativamente más fibra que sus equivalentes refinados, lo que ayuda a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer.

España, uno de los países europeos con menor ingesta

A pesar de que la dieta mediterránea es un referente mundial, la realidad indica que España se encuentra entre los países europeos con menor consumo de cereales integrales. Las guías dietéticas nacionales recomiendan consumir entre tres y seis porciones de cereales al día, preferiblemente integrales, pero la mayoría de la población está lejos de alcanzar los 75-90 gramos diarios aconsejados.

El problema no es exclusivo de España, ya que 16 de los 27 países de la Unión Europea tampoco llegan a los 50 gramos de consumo diario. Sin embargo, la baja presencia española destaca por su contraste con otros países mediterráneos, donde la incorporación de productos integrales es más habitual.

Las consecuencias de esta tendencia no son menores. De acuerdo con el estudio Global Burden of Disease (2021), las dietas pobres en cereales integrales están relacionadas con más de 145.000 muertes prevenibles al año en Europa y con la pérdida de 2,9 millones de años de vida saludable en la población europea.

“España tiene uno de los niveles más bajos de consumo de cereales integrales en Europa”, explica Manuel Moñino Gómez, presidente del Consejo General de Dietistas-Nutricionistas (CGCODN). Aun así, señala que “el pan, el arroz y la pasta integrales pueden encajar perfectamente en la mesa española sin cambiar nuestra forma de comer, solo mejorándola”.

Una campaña para transformar hábitos desde la evidencia

La campaña “¡Pásate a lo integral!” pretende hacer más accesible la incorporación de estos alimentos a la rutina diaria mediante herramientas prácticas y divulgativas. Como señala Jan De Vries, vicepresidente de Whole Grain Initiative, “los cereales integrales contribuyen a una mejor salud y ayudan a reducir el riesgo de enfermedades crónicas. El reto ahora es ayudar a las personas a convertir ese conocimiento en cambios reales”.

La iniciativa ofrece a la ciudadanía múltiples recursos. Desde recetas sencillas, consejos para identificar productos realmente integrales en el supermercado, materiales educativos, un quiz interactivo y hasta contenidos creados por expertos en nutrición, profesionales sanitarios y cocineros. También incluye un chatbot especializado que sugiere recetas adaptadas a cada persona según sus preferencias y restricciones dietéticas

Un reto interactivo para impulsar el consumo

Una de las acciones más destacadas de esta campaña es su reto interactivo, que propone a los ciudadanos completar cuatro desafíos semanales, a su propio ritmo. Cada semana incluye nuevos platos, trucos prácticos y actividades que muestran que los cereales integrales pueden ser deliciosos y fáciles de incorporar en la dieta cotidiana.

El desafío también invita a compartir la experiencia en redes sociales con el hashtag #PásateALoIntegral, promoviendo así un efecto multiplicador entre familias y comunidades. En la edición del año pasado participaron más de 640 personas, y los resultados fueron claros el 80% afirmó que comería más cereales integrales en adelante, y el 75% recomendaría el cambio a familiares o amigos.

“Las decisiones alimentarias no se toman de forma aislada”, recuerda Carlos Abundancia, responsable de comunicación de EUFIC. “Muchas personas quieren comer más cereales integrales, pero las preferencias del hogar pueden dificultarlo. Este año queremos demostrar que los cambios saludables son más fáciles cuando toda la familia participa”.

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