Madrid, 3 de junio de 2018 | Por Esteban Bravo
El cáncer de próstata es uno de los tumores más frecuentes en hombres, pero también es el que tiene una mayor tasa de supervivencia. A pesar de esto, en algunos casos los pacientes sufren metástasis del tumor en otros órganos debido a una tardía detección, por lo que se ven obligados a someterse a la castración química y a la quimioterapia. Hasta el momento, estos tratamientos han sido los únicos que han resultado eficaces en los casos más graves.
Ahora, sin embargo, un estudio realizado por Janssen abre la vía a una nueva terapia: una pastilla que inhibe las hormonas masculinas y que no produce efectos secundarios ni ha de administrarse en vena, como sí ocurre con la quimioterapia.
Este tratamiento alternativo, consistente en la administración de acetato de abiraterona, se ha presentado en Asco, el congreso de la Sociedad Americana de Oncología Clínica, que se celebra estos días en Chicago y que reúne a decenas de miles de especialistas.
La nueva terapia que pretende ser pionera en el tratamiento del cáncer de próstata consigue la misma tasa de supervivencia que la terapia alternativa (15-20 meses) y pretende suprimir el tratamiento tradicional con quimioterapia, mejorando la calidad de vida del paciente.
No obstante, a pesar de ser un gran avance para este tipo de cáncer, no permite que los pacientes se libren de la castración química, por lo que se realizarían ambos tratamientos, compenetrándose entre sí.
Actualmente, este estudio clínico, denominado Latitude, se encuentra en fase III y ha sido realizado a 1.207 pacientes.
El cáncer de próstata es uno de los más estudiados en todo el mundo y este nuevo fármaco podría ser clave para la evolución en el tratamiento de la enfermedad.
Aun así, los expertos aseguran que todavía queda mucho por hacer en este ámbito. Cada paciente es distinto y la evolución del cáncer varía de una persona a otro. De ahí, que los futuros avances pasen por el diseño de terapias personalizadas.
Cáncer de próstata en cifras
La supervivencia del cáncer de próstata ha mejorado en la última década, llegando hasta una tasa del 65,5%. La incidencia de esta enfermedad entre 2010 y 2014 fue de 29.566 muertes, según la AECC.
Por otro lado, la mayoría de casos detectados llegan a superar los 5 años de vida. Esto ha sido gracias a la realización del test del diagnóstico precoz, que mide el nivel de PSA en la sangre y consigue diagnosticar los tumores de manera temprana, lo que ayuda a tratarlos con mayor éxito.
De hecho, en España, igual que en muchos países, la incidencia aumentó a principios de los años 90 debido a la introducción del test PSA, pasando de 54,1 por 100.000 en el período 1993-1997 a 96,4 entre 2003-2007.
A pesar de los avances y la detección temprana, el cáncer de próstata es el segundo tumor más común entre los hombres, detrás del colorrectal. Con un total de 436.500 casos detectados en Europa en 2012 y 32.641 en España.
En España fallecen aproximadamente unos 5.400 hombres al año por la incidencia de este tumor, con la edad media de 75 años. No obstante, la mayoría de los diagnósticos suelen tener muy buen pronóstico, salvo en los casos ya avanzados, que mantienen metástasis en otros órganos.