La infección por hongos vaginales, más conocida por el hongo que la genera, cándida albicans, es una infección micótica que no es considerada una enfermedad de transmisión sexual, sino una infección de transmisión sexual. Aunque suelen confundirse, varían en ciertos síntomas y el tratamiento es muy diferente.
Es importante aclarar que existe un mayor riesgo de contraer infección por hongos vaginales al incrementar la actividad sexual. El hongo cándida se encuentra en pequeñas cantidades en la vagina, la boca, el tubo digestivo y la piel y en la mayoría de ocasiones no genera sintomatología alguna. Sin embargo, si se pierde el equilibrio, la cantidad de cándida aumenta presentando así un episodio de candidiasis.
Las mujeres y jóvenes de todas las edades pueden contraer candidiasis en algún momento de su vida, incluidos los hombres. Estos pueden presentar síntomas después de tener relaciones sexuales como prurito, erupción cutánea o irritación en el pene.
Causas de la aparición de hongos vaginales
Son muchas las causas que pueden generar esta infección, aunque hay algunas más frecuentes que otras. La toma de antibióticos, que provoca la alteración del equilibrio de la flora vaginal natural, es una de las principales causas. Además, el embarazo, la diabetes no controlada o un sistema inmunitario debilitado pueden ser otras causas a tener en cuenta a la hora de valorar la razón por la que se ha contraído el hongo.
Por otro lado, el consumo de anticonceptivos, que elevan el nivel de estrógenos afectando al equilibrio natural y provocando cambios hormonales, es otra de las causas frecuentes en mujeres y que, según la Sociedad Española de Contracepción, es el método mayoritario usado por las mujeres de entre 15 y 34 años.
Síntomas frecuentes de la candidiasis vaginal
Aunque el cuadro de síntomas es bastante amplio, la sospecha de que se puede padecer candidiasis vaginal comienza con un picazón extremo en la vagina y en los alrededores de la zona, es decir, en la zona genital. A pesar de que este es el signo principal que alerta de la posibilidad de padecer el hongo cándida, el ardor, enrojecimiento e inflamación de la vagina y la vulva también lo son.
Otros síntomas, que se manifiestan en menos cantidad de casos serían el dolor o molestias al orinar y el dolor durante las relaciones sexuales, así como flujos vaginales espesos y blanquecinos, de mal olor. Se pueden padecer solo algunos síntomas y pueden ser leves o severos, pero ante la mínima sospecha de infecciones por cándida, lo mejor es acudir al médico para corroborar el tipo de infección y el tipo de hongo que a causa.
Tratamiento de la candidiasis vaginal
Al tratarse de una infección bastante frecuente entre las mujeres, el tratamiento está muy avanzado y en tan solo en unos días se puede restablecer el equilibrio en el cuerpo. Sin embargo, hay que atender a la periodicidad con la que se padece candidiasis ya que puede ser un signo de otros problemas de salud.
Uno de los tratamientos principales es a base de cremas vaginales antifúngicos de venta libre o supositorios. No obstante, además de acudir a medicamentos para curar la candidiasis, existen métodos de prevención para reducir el riesgo de padecer más infecciones en un futuro.
Esos métodos de prevención consisten en dejar de usar pantalones o prendas apretadas y sustituirlas por ejemplo por ropa interior de algodón, dejar las duchas vaginales, productos femeninos perfumados como sales de baño, toallas higiénicas, tampones, uso innecesario de antibióticos o permanecer con ropa mojada durante largos periodos de tiempo. Todos estos factores aumentan el riesgo de padecer infecciones vaginales como la vulvovaginitis candidiásica. Siguiendo estas indicaciones y acudiendo a un especialista ante los primeros síntomas de candidiasis vulvovaginal, se podrá tratar correctamente el episodio de infección y prevenir futuras infecciones.