La ludopatía, una adicción patológica a los juegos de azar, se caracteriza por la incapacidad de resistir o controlar el impulso de jugar. Si bien el objetivo de cualquier juego es entretener, cuando este deja de ser una diversión y se convierte en una necesidad, es cuando ya se considera un problema de adicción.
Esta adicción generalmente puede empezar desde la adolescencia en los hombres y entre los 20 y 40 años en las mujeres. Una persona que padece de este trastorno suele sufrir síntomas de dependencia y síndrome de abstinencia, de forma muy similar a personas con otras adicciones a sustancias.
A pesar de que la aparición de la enfermedad no tiene relación con ninguna causa en concreto, su origen puede ser una combinación de factores biológicos, genéticos y ambientales. A continuación, te presentamos cuáles son las causas más habituales que pueden originar la ludopatía.
Principales causas de la ludopatía
- Antecedentes familiares: Se ha constatado que los hijos de padres ludópatas tienen mayor riesgo de padecer la ludopatía. El hijo puede heredar una cierta propensión a hacerse adicto.
- Problemas psicológicos y sociales: Las personas que pasan por momentos de inestabilidad emocional son las más propensas a desarrollar la ludopatía. Usan el juego como un escape a sus problemas.
- Entorno familiar y social: Si la persona ha crecido en un entorno donde se fomenta el juego sin restricción o está rodeado de amistades que tienen la misma adicción, existe el riesgo de que la persona se convierta también en un jugador patológico.
En las últimas décadas, este grave trastorno, reconocido por la Organización Mundial de la Salud y por la Asociación Americana de Psiquiatría (APA), se ha convertido en la adicción sin sustancia más atendida en centros de salud que puede implicar grandes consecuencias a nivel personal, familiar y social.
Principales consecuencias de la adicción al juego
La ludopatía es un trastorno grave que puede destruir vidas y puede desembocar en una serie de problemas a nivel personal y profesional:
- Consumo de otras sustancias como alcohol y drogas.
- Acumulación de deudas económicas o gasto de todos los ahorros.
- Abandono de responsabilidades familiares.
- Inestabilidad emocional (trastornos de ansiedad, nerviosismo, depresión)
- Abandono del puesto de trabajo o de los estudios.
- Problemas familiares y sociales.
- Incitación al robo o al fraude para sostener la adicción.
Si tienes un problema de ludopatía, solicita ayuda psicológica para controlar el impulso de jugar y, por tanto, lograr superar el trastorno. Asimismo, evita socializar con personas adictas a los juegos de azar y los lugares donde se realizan. Ante el primer signo de la adicción, busca un tratamiento para evitar que la ludopatía se desarrolle o empeore.