El dolor pélvico crónico (DCP) es una condición debilitante que afecta a millones de personas en todo el mundo, especialmente a mujeres. Este dolor persistente en las estructuras relacionadas con la pelvis pueden tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes lo padecen. Comprender sus causas y opciones de tratamiento es crucial para abordar esta compleja afección de manera efectiva y multidisciplinar.
Qué es el dolor pélvico crónico
El DCP se define como cualquier dolor que se presenta en la región pélvica y dura seis meses o más. Puede variar en intensidad, desde leve hasta severo, y puede ser intermitente o constante. Este tipo de dolor puede surgir de diversas estructuras en la pelvis, incluyendo los órganos reproductores, el tracto urinario, el sistema gastrointestinal y los músculos y tejidos circundantes.
Su prevalencia en el ámbito epidemiológico es variable, puede oscilar entre el 6,4% y el 25,4% en las mujeres, según los últimos estudios, y es inferior entre los hombres, afectando a entre el 2% y el 17%. No obstante, el dolor pélvico en los varones puede ser bastante común, ya que se estima que entre el 8% y el 12 % de los hombres los en algún momento.
La prevalencia en mujeres oscila entre el 6,4% y el 25,4%
La catedrática de la Universidad de Cádiz (UCA), Inmacula Failde Martínez, ha señalado en declaraciones recogidas por Pharma Market que “es probable que en el caso de los hombres exista una infravaloración de esta prevalencia por una menor predisposición para consultar problemas que también afectan a la esfera sexual”.
Síntomas del dolor pélvico crónico
Muchos de los afectados describen el dolor como intenso, constante, punzante, que aparece y desaparece y como una pesadez muy dentro de la pelvis. Los síntomas pueden variar considerablemente de una persona a otra, pero comúnmente incluyen lo siguiente:
- Dolor persistente en la región pélvica que puede irradiarse hacia la parte baja del abdomen, la espalda baja o los muslos.
- Malestar durante o después de las relaciones sexuales.
- Cambios en la micción o defecación. Esto puede incluir dolor al orinar, necesidad frecuente de orinar, estreñimiento o diarrea.
- Fatiga y trastornos del sueño.
Para su diagnóstico pueden realizarse pruebas médicas como examen pélvico, análisis de sangre u orina, ecografía, resonancia magnética o laparoscopia, entre otros.
Causas del dolor pélvico crónico
El DCP puede tener múltiples causas. Algunas de las condiciones que pueden contribuir al desarrollo de esta afección incluyen:
- Endometriosis. Una condición en la que el tejido similar al revestimiento del útero crece fuera del útero, causando dolor pélvico y problemas menstruales.
- Síndrome del intestino irritable (SII), que puede causar dolor abdominal recurrente, cólicos y cambios en los hábitos intestinales.
- Trastornos del suelo pélvico, como disfunción muscular, espasmos o debilidad en los músculos del suelo pélvico.
- Infecciones crónicas del tracto urinario o del sistema reproductivo.
- Adherencias postoperatorias. Después de cirugías pélvicas o abdominales anteriores, pueden formarse adherencias entre los órganos y los tejidos circundantes.
- Hernias.
- Afecciones nerviosas, como nervios pellizcados de la columna.
Tratamiento del dolor pélvico crónico
El tratamiento a menudo es multidisciplinario y personalizado según las causas subyacentes y la gravedad de los síntomas. El objetivo del tratamiento es aliviar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Algunas opciones son las siguientes:
- Medicamentos. Se pueden recetar analgésicos, antiinflamatorios no esteroides (AINE), antidepresivos o medicamentos específicos para tratar las condiciones subyacentes, como la endometriosis o el SII.
- Ejercicio físico y fisioterapia. Los ejercicios de fortalecimiento y estiramiento, junto con técnicas de relajación, pueden ayudar a reducir el dolor y mejorar la función muscular en el área pélvica.
- Terapia cognitivo-conductual (TCC). Esta forma de terapia puede ayudar a las personas a manejar el dolor crónico al cambiar sus pensamientos y comportamientos relacionados con el dolor.
- Intervenciones quirúrgicas. En casos graves o cuando otras medidas no proporcionan alivio, la cirugía puede ser necesaria para abordar las causas subyacentes del dolor, como la endometriosis.
El dolor pélvico crónico es una condición compleja que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida de quienes lo padecen. Es importante buscar atención médica adecuada para identificar y abordar las causas subyacentes del dolor pélvico crónico y desarrollar un plan de tratamiento integral y personalizado.