El cólico de lactante es un episodio de llanto repentino e imprevisto, con rigidez de tronco o extremidades, normalmente por la tarde-noche, que no se calma ni consuela de ninguna manera. En otras situaciones, cuando tiene hambre, sed o el pañal mojado, se calma una vez atendemos sus necesidades. Se trata de un hecho bastante frecuente en los recién nacidos, ya que lo padecen uno de cada cuatro niños en sus primeros meses de vida.
Estos episodios se caracterizan por una serie de factores que pueden ayudar a determinar su existencia. Los cólicos suelen darse en bebés lactantes menores de 4 meses. Además, los episodios de llanto se producen al menos tres días a la semana, durante más de tres horas y deben repetirse durante más de tres semanas consecutivas.
Los cólicos del lactante suelen aparecer a partir de los 15 días de vida, siendo más frecuentes en torno al mes y medio y desapareciendo por sí solos a partir de los cuatro meses del bebé.
Estas son las causas y los principales síntomas de los cólicos del lactante
A día de hoy, no están probadas las causas que producen los cólicos del lactante, aunque sí existen múltiples factores psicológicos y sociales asociados que pueden producir estos episodios.
Una de las posibilidades es que los bebés tengan cierta inmadurez intestinal hasta los cuatro meses lo que provoca que las digestiones sean más pesadas y generen más gases. Esto hace que las fibras musculares del intestino se contraigan generando cólicos dolorosos y dificultas para expulsar estos gases. En esto, también pueden influir alteraciones de la flora bacteriana intestinal o la presencia de estreñimiento.
Otra de las posibilidades es la falta de rutinas o el cambio contante en las mismas, acompañado de una excesiva estimulación del bebé. También influye en muchas ocasiones el estado de los padres y la falta de experiencia.
Respecto a la dieta, hay pocas diferencias entre el tipo de lactancia, aunque son menos frecuentes en bebés que toman leche materna. La alergia a la leche de vaca puede ser una de las causas en algunos casos, que pueden mejorar consumiendo fórmulas lácteas especiales o eliminando los lácteos en la dieta de la madre para aquellos bebés que reciban lactancia materna.
Los síntomas más habituales son los episodios de llanto repentino, junto con actos de encoger las piernas sobre el abdomen y cerrar los puños, manteniéndose rígido y con la cara roja del esfuerzo. Una vez se encuentra bien, el llanto desaparece.
¿Cómo tratar los cólicos del lactante?
Los cólicos del lactante no necesitan la realización de ninguna prueba médica para determinar su diagnóstico. Realizar una buena historia clínica puede determinar su diagnóstico.
Respecto al tratamiento, no hay ningún remedio específico, pero sí existen una serie de recomendaciones que pueden hacer más llevaderos estos episodios:
- Lo más importante es que los padres mantengan la calma y estén tranquilos para no trasmitir al bebé mayor estrés y empeorar la situación.
- Comprueba previamente que el llanto no se asocia a hambre, frío, calor u otra circunstancia.
- Intenta darle de comer en un lugar tranquilo y ayúdale a expulsar después los gases correctamente.
- Existen distintas posturas para dormir al bebé y que lo alivian como ponerle boca abajo sobre tu brazo con la cabeza apoyada en la flexura del codo para que la barriguita descanse en tu antebrazo. También puedes balancearlo o hacerle masajes abdominales suaves elevando sus piernas. Por último, también ayuda portearlo, cogerlo en brazos y acariciarle la espalda para transmitirle tranquilidad.
