La silicosis es una enfermedad pulmonar grave y progresiva provocada por la inhalación prolongada de polvo de sílice cristalina. Tradicionalmente asociada a sectores como la minería o la construcción, esta patología parecía estar en retroceso en Europa gracias a la mejora de las condiciones laborales y al control del polvo en entornos industriales. Sin embargo, en los últimos años ha resurgido con fuerza en España, generando una gran preocupación en el ámbito sanitario y laboral.
Desde 2007 se han notificado en España más de 5.900 casos de silicosis. Este repunte se asocia principalmente a nuevas formas de exposición laboral, especialmente en el sector de la fabricación e instalación de encimeras de cuarzo artificial, una tendencia que ha ganado popularidad en el país.
¿Qué es la silicosis y cómo se desarrolla?
La silicosis es una neumoconiosis causada por la acumulación de partículas de sílice en los pulmones. Esta sustancia está presente en numerosos materiales de uso industrial como el granito, la arenisca, el hormigón o el cuarzo. Cuando se trabaja con estos materiales sin una adecuada protección, el polvo fino que se libera puede ser inhalado fácilmente y alojarse en los alveolos pulmonares.
Con el tiempo, estas partículas provocan una reacción inflamatoria que deriva en fibrosis pulmonar, es decir, la formación de tejido cicatricial que dificulta la correcta función respiratoria. La enfermedad puede presentarse en tres formas:
- Silicosis crónica: se desarrolla tras décadas de exposición a niveles bajos o moderados de sílice.
- Silicosis acelerada: aparece tras 5 a 10 años de exposición intensa.
- Silicosis aguda: puede desarrollarse en cuestión de meses tras exposiciones muy altas.
Los síntomas iniciales incluyen tos persistente, dificultad para respirar, fatiga y dolor en el pecho. En fases avanzadas, la enfermedad puede provocar insuficiencia respiratoria e incluso la muerte.
¿Por qué está resurgiendo la silicosis en España?
El repunte de casos en España se relaciona con el auge del uso de materiales de cuarzo artificial en la construcción y el diseño de interiores, especialmente en la fabricación de encimeras de cocina. Estos materiales contienen un porcentaje muy alto de sílice —en algunos casos, superior al 90%—, lo que implica un mayor riesgo de exposición para los trabajadores que los cortan, pulen o instalan.
Muchos de los afectados por esta nueva ola de silicosis son trabajadores jóvenes que, tras pocos años de exposición, ya presentan síntomas graves. Esto indica que la silicosis no solo afecta a veteranos de la industria, sino que puede desarrollarse rápidamente en entornos donde no se aplican protocolos adecuados de seguridad.
La situación ha llevado a sindicatos, médicos y organizaciones laborales a exigir mayores controles y regulaciones. Entre las medidas recomendadas se incluyen:
- Sistemas de ventilación efectivos en talleres.
- Uso obligatorio de mascarillas con filtros adecuados.
- Equipos de corte con agua para reducir la dispersión de polvo.
- Formación específica en prevención de riesgos laborales.
El Instituto Nacional de Silicosis ha alertado sobre la necesidad de actualizar los límites de exposición laboral a la sílice y de mejorar la vigilancia médica de los trabajadores en riesgo.
