Uno de cada 3 pacientes hospitalizados por Covid-19 en España desarrolló dificultad respiratoria y, uno de cada cinco falleció. Son algunos de los datos preliminares que se desprenden del primer gran registro clínico nacional multicéntrico sobre coronavirus de la Sociedad Española de Medicina Interna (SEMI).
Gracias a este registro se obtendrá una completa radiografía sobre la enfermedad en España, dentro del contexto mundial, y se pondrán en marcha otros múltiples estudios e investigaciones sobre SARS-CoV-2 en nuestro país a corto y medio plazo. Y así lo corrobora el presidente de la SEMI, el doctor Ricardo Gómez Huelgas, para quien “este importante estudio multicéntrico sobre COVID-19 impulsado por los internistas, el mayor y más completo que existe a nivel nacional, y uno de los más extensos que hay, a día de hoy, en todo el mundo, proporciona numerosas claves clínicas y diagnósticas de la patología por SARS-CoV-2 y sitúa a la SEMI a la vanguardia del conocimiento y la divulgación científica sobre COVID-19”.
Principales conclusiones preliminares
El 31,5% de los pacientes españoles, según estos primeros resultados preliminares, desarrolló dificultad respiratoria y la mortalidad fue del 21,1%, con un marcado aumento en función de la edad. A mayor edad, se constató mayor mortalidad. En el tramo 80-89 años, por ejemplo, llega al 42,5%.
Respecto a las comorbilidades, las que se detectaron con más frecuencia fueron: hipertensión (50,2%), dislipidemia (39,7%) y diabetes mellitus (18.7%); similares a las descritas en otras series occidentales, pero todas fueron más frecuentes entre los pacientes españoles.
Por otro lado, a la llegada al hospital, los síntomas que presentaron la mayoría de los pacientes fueron fiebre (86,2%) y tos (76,5%), mientras que la mialgia y la anosmia fueron menos comunes que en series de datos de otros países. Esto puede explicarse por una diferencia potencial en los criterios de admisión y alta hospitalaria.
En cuanto a la mortalidad por SARS-CoV-2, fue similar a la observada en algunas series de datos de China y de EE. UU., pero fue mayor que la descrita en Italia e inferior a la cifra observada en el Reino Unido. Los factores demográficos, como la edad o las comorbilidades, pueden explicar parcialmente las diferencias en la mortalidad por SARS-CoV-2, unidos a su vez a otros factores relacionados con la situación de presión del sistema sanitario.
Los resultados preliminares de este trabajo se han obtenido con los datos de 6.424 pacientes del registro y de 109 hospitales (a fecha del 30 de abril). Más de la mitad eran hombres (56,9%), mientras que la edad media ha sido de 69,1 años.
Valores pronósticos en las pruebas de laboratorio
Un alto porcentaje de pacientes tenía valores de laboratorio anormales al ingreso, con un perfil “inmunoinflamatorio” deteriorado. Fundamentalmente, la linfopenia (52,6%) y los niveles elevados de dímero D (61,5%), lactato-deshidrogenasa (70,2%) y ferritina (72.4%) fueron los hallazgos más frecuentes. Además, la mayoría de los pacientes recibió tratamiento supuestamente efectivo contra el SARS-CoV-2. Los fármacos antivirales más utilizados fueron: la hidroxicloroquina (85,7%) y el lopinavir / ritonavir (62,4%).
Características del registro
El estudio contiene los datos de 12.213 pacientes hospitalizados con SARS-CoV-2 confirmado ─dados de alta o fallecidos─ y cuenta con la participación de 604 investigadores de 146 centros hospitalarios de todas las comunidades autónomas españolas.
Asimismo, dispone de datos de pacientes de todas las comunidades autónomas, destacando la Comunidad de Madrid, que aporta aproximadamente un tercio de los casos incluidos. Se trata de uno de los repositorios clínicos más amplios y extensos que existen en el mundo sobre este virus y el mayor que existe en España, a día de hoy, sobre SARS-CoV-2, un virus que ha comprometido la salud de muchos ciudadanos y familias, amenazado la salud pública, y que ha condicionado nuestra propia forma de vida desde el inicio de la pandemia.
Sin duda, en palabras del doctor José Manuel Casas, responsable del Registro SEMI-COVID-19, “el gran número de pacientes incluidos y el importante volumen de datos recogidos permitirán obtener nuevas e importantes evidencias científicas y respuestas sobre múltiples aspectos de la enfermedad producida por el SARS-CoV-2, que permitirán crear algoritmos que predigan qué pacientes van a evolucionar peor o cuáles de los tratamientos empleados se han mostrado más eficaces y en qué tipo de pacientes han funcionado mejor”.