Optimizar la estrategia en la lucha contra la COVID-19, ¿es posible? Más de una treintena de profesionales multidisciplinares así lo cree. Y para corroborarlo han elaborado el documento de consenso #unaestrategiaintegral. En el mismo, tratan de plasmar una serie de medidas alternativas que consideran críticas en la lucha contra la pandemia COVID-19 para España, en base a una estrategia integral.
El grupo multidisciplinar está formado, entre otros, por médicos, virólogos, epidemiólogos, microbiólogos y economistas que pretenden contribuir en la consecución de una gestión eficaz contra la pandemia del Coronavirus.
Pilares fundamentales
Todos ellos creen que la estrategia actual, basada exclusivamente en la “convivencia” con el virus, es mejorable si realmente se pretende la detección precoz de infectocontagiosos. Y para lograrlo plantean una estrategia basada en la prevención, intentando evitar, en lo posible, el aislamiento prolongado y la llegada del paciente al hospital, considerando esta como un fracaso del sistema de contención.
Además, para este grupo la estrategia actual ha fracasado en los intentos llevados a cabo por países como Suecia, Reino Unido y Estados Unidos. Y no sólo eso, sino que es mucho más costosa, como justifican en el texto elaborado.
Por eso, detallan unos pilares fundamentales como punto de partida para llevar a cabo una estrategia que reduzca de manera efectiva la transmisión del virus. Entre ellos, destacan medidas como:
- Invertir en que las personas sin síntomas no se conviertan en enfermos graves.
- Fomentar una búsqueda activa y enérgica de posibles casos positivos.
- Realización de pruebas PCR masivas.
- Hacer uso de la tecnología para conformar una base de datos nacional.
- Favorecer la cohesión del sistema sanitario e invertir a largo plazo en sistemas epidemiológicos.
En cualquier caso, y como dejan claro al principio del documento, se trata de acciones que constituyen una estrategia que puede ser complementaria a la ya puesta en marcha.
Cinco recomendaciones clave
Asimismo, enumeran una serie de recomendaciones clave para mejorar la estrategia:
- Mientras haya focos de transmisión comunitaria en toda España, el uso de la mascarilla debe ser universal, con obligación de llevarla en cualquier espacio público.
- Se debe cumplir la ratio de 1 rastreador cada 4.000-5.000 habitantes, así como invertir en el rastreo de aguas fecales.
- La inclusión de nuevas tecnologías debe utilizarse como apoyo en el rastreo de posibles brotes.
- Asegurar la capacidad de realización de RT-PCR, pruebas serológicas y de crear dispositivos de realización de PCR masivas.
- Implementar el control y desinfección de espacios públicos. Y no olvidar llevar a cabo campañas de información y concienciación periódicas.