Cambios de humor, estrés o inclusive problemas de memoria son algunos de los signos que podrían indicarnos que sufrimos el síndrome de burnout. También conocido como síndrome de estar quemado, el síndrome de burnout es bastante común en el ámbito laboral. Inclusive ya es reconocido por la Organización Mundial de la Salud como uno de los trastornos mentales relacionados con la dificultad en el control de la vida.
El síndrome de burnout es el término utilizado para designar a un estado de estrés crónico. Por lo general, este síndrome se aplica al ámbito laboral, de ahí que se denomine también síndrome del trabajador quemado o síndrome de estar quemado por el trabajo (SQT). Sin embargo esta acepción se ha extendido a otras áreas y también es común usarla, por ejemplo, para designar al desgaste emocional y físico propio de los cuidados de pacientes.
Síntomas que podrían indicar que sufres burnout
Las personas que en el ámbito laboral o personal sufren el síndrome de burnout suelen experimentar por lo general síntomas psicológicos. En ocasiones pasan desapercibido e inclusive no son valorados por el propio paciente. Entre los más comunes están:
- Baja autoestima en la que predominan sensaciones como la frustración, la tristeza o infravaloración.
- Cambios bruscos de estado de ánimo como irritabilidad.
- Falta de concentración y problemas de memoria.
- Incapaz de autocontrol emocional.
- Disminución del rendimiento.
- Escasa motivación.
En casos más graves, además, es posible experimentar signos físicos como son:
- Sensación de cansancio.
- Dolor de cabeza.
- Mareos.
- Alteración del ritmo cardíaco.
- Problemas para conciliar el sueño.
- Aparición de llagas o aftas principalmente bucales.
- Problemas estomacales.
- Enfermedades dermatológicas.
- Caída del pelo.
A quienes afecta más el síndrome de burnout
Aunque este tipo de trastorno puede afectar a cualquier persona, existen una serie de condicionantes que incrementan el riesgo de desarrollarlo:
- Excesivas cargas de trabajo durante tiempos prolongados.
- Especialmente en cuidadores de pacientes, una entrega constante también supone un condicionante de riesgo en el desarrollo del síndrome de burnout.
- La ausencia de recursos favorables para realizar la tarea de manera adecuada.
- Falta de tiempo.
- Problemas organizacionales en el entorno laboral.
- Trabajos monótonos
- Personas altamente sensibles también son más susceptibles de desarrollar este tipo de estrés crónico.
- Presión mediática. Profesionales como deportistas de élite o personalidades son más vulnerables.
- Personal sociosanitario.
Tratamiento y prevención
El síndrome de burnout se trata de un trastorno mental. La prevención juega un papel importante para prevenir una cronificación de este tipo de patologías:
- Planificación adecuada de forma que se respeten las pausas o descansos establecidos.
- Favorecer las relaciones interpersonales a nivel laboral. De forma que se evite la creación de un ambiente tóxico.
- Desconectar y priorizar también la dedicación a hobbies y practica deportiva. Realizarse en otros ámbitos además del laboral, favorece y fortalece el bienestar psicosocial.
- No infravalorar los signos propios del síndrome de burnout. Identificarlos y aprender a gestionarlos a tiempo evita que nos sintamos desbordados por la correlación de síntomas que se desencadenan.
Sin embargo, en ciertos momentos o casos, es necesario la intervención de un profesional. En esta línea, por lo general, es beneficioso acudir a un psicólogo o grupos de apoyo especializados en el abordaje de este tipo de trastorno.