Las personas que padecen un trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) muestran problemas de atención, comportamientos impulsivos y nerviosismo. Con frecuencia los pacientes con este trastorno neurológico sufren baja autoestima y dificultades para establecer relaciones afectivas y para mantener la concentración en el estudio.
El diagnóstico de la enfermedad no es tarea sencilla debido a la falta de un examen o prueba única para determinar si un sujeto padece o no TDAH. Generalmente son estudiados dos factores para evaluar el riesgo de sufrir un trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Se trata de analizar la falta de atención y los síntomas de hiperactividad. Para establecer un positivo en TDAH será necesario cumplir como condición la presencia de varios síntomas en atención o hiperactividad y haber sido descartada la existencia de cualquier otro trastorno mental.
Diagnósticos a través de los videojuegos
Recientemente, investigadores españoles han desarrollado una nueva vía diagnóstica para los pacientes con este trastorno. Ahora, un equipo de investigación, liderado por la Universidad Carlos III de Madrid (UC3M) ha diseñado un videojuego cuyo fin es identificar y evaluar el grado de trastorno por déficit de atención e hiperactividad. La investigación ha sido publicada en la revista científica Brain Sciences y propone el uso de un videojuego con el que los niños estén familiarizados como un método más fiable para diagnosticar un caso de TDAH.
El juego consiste en que los niños superen misiones con un avatar en forma de mapache. Las pantallas consistirán en evitar que el mapache no caiga en los huecos que irán apareciendo. La hipótesis de la investigación es que los niños que sufren TDAH de subtipo inatento juegan de forma diferente. Inmaculada Peñuelas Calvo, psiquiatra del Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz y autora del estudio explica que los niños con TDAH “cometerán más errores por omisión y realizarán un mayor número de saltos cerca del hueco como resultado de los síntomas de inatención».
Esta prueba presenta grandes ventajas. Teniendo en cuenta que las opciones de diagnóstico disponibles son el criterio único del médico y psicólogo, una prueba diagnóstica más objetiva es una buena noticia para los especialistas y pacientes con esta enfermedad. Aunque no será una prueba concluyente, su uso como técnica diagnóstica complementaria a la evaluación conductual que haga el médico puede ayudar a valorar también la evolución de los síntomas y la efectividad del tratamiento. Además, esta prueba es rápida y sencilla. No requiere un software sofisticado y complejo, pudiendo utilizarse en móviles, ordenadores y tabletas. Esto junto a su duración de tan solo 7 minutos facilita considerablemente la agilidad de detección del TDAH.
Dianas genéticas
El TDAH suele ir acompañado de trastornos de conducta disruptiva (DBD). Es más, son cuantiosos los estudios que relacionan estas patologías e incluso han llegado a establecer que las personas afectadas por ambos trastornos comparten cerca del 80% de variantes genéticas. En concreto, según el estudio “Riesgo de variantes y arquitectura poligénica de los desórdenes del comportamiento y el TDAH”, las personas con DBD y TDAH contienen variantes genéticas asociadas a comportamientos agresivos y antisociales. Los investigadores de este estudio descubrieron en estos pacientes un segmento en el cromosoma 11 que aumenta el riesgo de desarrollar un trastorno de déficit de atención e hiperactividad con un trastorno de conducta disruptiva. La capacidad de detectar el origen de la enfermedad supondría un avance en los métodos diagnósticos, seguimiento y tratamientos podrían ser más específicos y personalizados en el futuro.