¿Quién podría imaginar que un producto tan mediterráneo como el madroño podría tener efectos positivos en el tratamiento del cáncer? En un trabajo conjunto entre científicos de las universidades de Vigo, Granada y la Politécnica delle Marche en Italia se ha investigado el potencial de la miel extraída de este fruto en las células del cáncer de colon con resultados esperanzadores para el tratamiento de esta enfermedad.
Según este estudio, la miel del madroño tiene la capacidad de inhibir la multiplicación de células tumorales del cáncer de colon. En concreto, las de una línea de adenocarcinoma de colon humano (HCT-116) y otra con características metastásicas (LoVo), entre las más utilizadas a la hora de investigar el cáncer de colon.
Aunque el madroño tiene efectos anticancerígenos, no se puede hablar de curación del cáncer por la toma de este producto.
Según explica el coordinador de esta investigación Maurizio Battino, “el tratamiento con la miel detiene el ciclo de las células tumorales regulando algunos genes inhibe la migración celular, reduce la capacidad de formación de colonias e induce la apoptosis o muerte celular programada a través de la modulación de otros genes clave y diversos factores apoptóticos”. Y añade que “también suprime el receptor del factor de crecimiento epidérmico llamado EGFR/HER2 y sus vías de señalización, que podrían constituir una atractiva diana en las terapias contra el cáncer por su importante función en los procesos de supervivencia y proliferación celular, así como en los de apoptosis y metástasis”.
Al amentar la cantidad y el tiempo de tratamiento con el madroño, los efectos antitumorales aumentaron. Esto condujo a otros resultados relevantes, como una reducción de los factores de transcripción, la actividad de ciertas enzimas, la respiración mitocondrial y la glucólisis de las células tumorales.
Se necesitan más estudios in vivo para confirmar los efectos anticancerígenos
«Con estos datos todavía no se puede hablar de curación o prevención segura del cáncer colorrectal gracias a la miel de madroño», subrayan los investigadores: “Este trabajo constituye un punto de partida en el empeño de evaluar sus posibles efectos biológicos y anticancerígenos y señala los principales mecanismos moleculares a través de los cuales ejerce su efecto, reforzando el interés en el estudio y producción de este alimento mediterráneo”.
«Es una pieza más que evidencia como una alimentación sana, equilibrada y natural puede aportar compuestos bioactivos con posibles efectos interesantes en el control y desarrollo de enfermedades tan criticas como este tipo de cáncer», concluyen.