Un estudio de la Universidad Anglia Ruskin (Reino Unido) ha comprobado que las personas con trastornos alimentarios son más propensas a ser adictos a la actividad física.
Para realizar el trabajo, los científicos examinaron los datos de 2.140 participantes en nueve estudios diferentes, incluyendo los países del Reino Unido, Estados Unidos, Australia e Italia. Se trata de la primera investigación orientada a comparar las tasas de adicción al ejercicio en esos grupos.
Los investigadores descubrieron que las personas que muestran características de un trastorno alimentario, tienen 3,7 veces más probabilidades de sufrir adicción al ejercicio que aquellas que no tienen problemas con la comida.
Mike Trott, autor principal del estudio e investigador de Ciencias del Deporte en la Universidad Anglia Ruskin, explicó que «no es raro querer mejorar nuestro estilo de vida comiendo más saludablemente y haciendo más ejercicio, particularmente a principios de año. Sin embargo, es importante moderar este comportamiento y no ser víctima de dietas de choque o cualquier cosa que elimine ciertos alimentos completamente, ya que estos pueden conducir fácilmente a trastornos alimenticios«.
El estudio
El estudio, publicado en la Revista de los Desórdenes Alimentarios y de Peso, se concentró en analizar a personas que presentaban anorexia, bulimia y obesidad. Los datos revelaron que la adicción al ejercicio es casi cuatro veces más común entre quienes viven estos trastornos.
Las razones apuntadas por los expertos relacionan estos comportamientos compulsivos respecto a la comida con el ejercicio excesivo como procedimiento similar. Además, la conexión entre ejercicio y obstinación por el adelgazamiento es muy estrecha y tienden a combinarse en el trastorno.
Sin embargo, el dilema del ejercicio excesivo va más allá del gran problema relacionado con la alimentación. Trott indicó que «nuestro estudio muestra que mostrar signos de un trastorno alimentario aumenta significativamente la posibilidad de una relación poco saludable con el ejercicio, y esto puede tener consecuencias negativas, incluidos problemas de salud mental y lesiones«.