La Medicina Nuclear es una especialidad que trabaja con radiofármacos conocidos como radiotrazadores. Son fármacos que se fabrican a partir de la combinación de una molécula o célula concreta con un isótopo o átomo radiactivo.
Las unidades de medicina nuclear atiendan a pacientes de diversa índole, ya que, es un método diagnóstico para numerosas patologías recibiendo pacientes derivados desde Cardiología, Neurología, Oncología, Digestivo, Cirugía, Traumatología, Reumatología, etc. El equipo encargado de una unidad de medicina nuclear está conformado por médicos especializados en medicina nuclear, enfermeras también especializadas en este ámbito y un radiofarmacéutico.
Uso de los radiofármacos
Los radiofármacos se administran de forma distinta según la zona que vaya a ser explorada, aunque, generalmente suele ser por vía intravenosa. Otras formas de administración son la vía oral, por inyección directa en un órgano o mediante inhalación.
Cada radiofármaco es diferente y según la zona que vaya a ser explorada se le añadirá a la composición una dosis mayor o menor. Asimismo, dependiendo del órgano o patología que se quiera diagnosticar también cambiará la molécula a la que se le inyecta radiación. Por ejemplo, cuando el médico quiere averiguar de donde proviene el sangrado intestinal que presenta un paciente, lo que hará será extraer al paciente glóbulos rojos de la sangre. Posteriormente, agregará radioactividad a los glóbulos rojos extraídos (la molécula) para posteriormente reintroducirlos en el paciente ya como un radiofármaco. De esta forma el especialista podrá obtener imágenes de hacia donde se dirige la sangre y en que áreas concretas del intestino se acumula. Lo hará trazando la radiación de los glóbulos rojos a los que se les ha agregado un átomo radiactivo que se han inyectado en el paciente.
Otro uso de los radiofármacos es para la detección de cáncer y para determinar su extensión y evaluar, en el caso, el desarrollo de la metástasis. En este caso en lugar de utilizar moléculas de glóbulos rojos se les añade un átomo radiactivo a moléculas de glucosa. Las células cancerosas utilizan mayores cantidades de glucosa que el resto de células. Es más, el grado de agresividad de un cáncer suele ser paralelo al gasto en glucosa que realiza el cuerpo. Por ello, introducir moléculas de glucosa radiomarcadas es un método muy utilizado para detectar el cáncer y su diseminación por el cuerpo.
TCEFU y TEP
Una unidad de medicina nuclear consta de equipos de imágenes diagnósticas que obtienen imágenes gammagráficas. Los radiofármacos que son administrados a los pacientes sirven precisamente para la obtención de estas imágenes gammagráficas. Estas son imágenes que se obtienen a través de rayos gamma que es un tipo de radiación.
Es gracias a una gammacámara por lo que se puede observar diferentes órganos. La gammacámara tiene la capacidad de visualizar a los radiofármacos. Al percibir los rayos gamma obtendrá imágenes que enviará a una maquina similar a una tomografía computarizada (TC) o a una resonancia magnética.
Este tipo de exploraciones son poco invasivas, indoloras y emiten bajas dosis de radiación en comparación a otros métodos diagnósticos. Según el tipo de radiofármaco que se administre y el fin de la exploración, se realizará una tomografía computarizada por emisión de fotón único (TCEFU) o una tomografía por emisión de positrones (TEP).
La tomografía computarizada por emisión de fotón único ofrece la posibilidad de visualizar las imágenes en 3D. Un ordenador será el encargado de traducir el trazado de los radiofármacos, que, por medio de la captación de miles de imágenes, consigue recrear resultados tridimensionales. La TCEFU tiene detectores que traducen los datos que captan las cámaras gamma (la cámara que capta los rayos gamma que liberan los radiofármacos inoculados).
La TEP también sirve para crear imágenes tridimensionales. La diferencia entre ambas pruebas es el tipo de radiofármaco utilizado. Mientras la TCEFU mide los rayos gamma la TEP mide los fotones de los positrones. El radiofármaco administrado al paciente con esta prueba se descompone en pequeñas partículas llamadas positrones. Estas partículas reaccionan en nuestro organismo y producen energía liberada en forma de fotones que el escáner TEP mide. Con la información que el escáner recibe de los fotones elabora una imagen de los órganos internos.
La biopsia del Ganglio Centinela
Los ganglios centinelas son ganglios linfáticos a los que el cáncer suele atacar en un primer estadio. La biopsia de un ganglio centinela se lleva a cabo con la medicina nuclear. Lo primero es inyectarle al paciente el radiofármaco en la zona del ganglio que se encuentra más próximo a la masa tumoral detectada. El radiofármaco teñirá de azul el ganglio para facilitar al cirujano su localización.
Posteriormente se introduce una sonda que contiene un detector de radiaciones que emite un pitido . Cuanto más cerca se encuentre la sonda del ganglio en el que ha sido inyectado el radiofármaco el pitido será más fuerte. Gracias a este procedimiento el cirujano localizará con exactitud el ganglio para poder extirparlo y posteriormente analizarlo en el laboratorio.