Se estima que más de 125 millones de personas en todo el mundo viven con psoriasis en placas. Esta es una enfermedad crónica provocada por un desajuste en la renovación de las células de la piel. La consecuencia es una producción de placas elevadas, rojas y escamosas que pueden causar picazón o dolor.
Los principales avances para mejorar los síntomas de la psoriasis fueron presentados en el marco del congreso anual de 2022 de la Academia Americana de Dermatología (AAD por sus siglas en inglés), llevado a cabo del 25 al 29 de marzo de este año. Durante el encuentro, Janssen anunció que su tratamiento con guselkumab, un inhibidor de interleucina (IL)-23, logró la remisión constante y duradera de las lesiones cutáneas durante cinco años en una amplia población de pacientes adultos con psoriasis en placas de moderada a grave en los estudios clínicos VOYAGE 1 y VOYAGE 2.
Además, la compañía farmacéutica presentó un análisis post hoc por separado de los datos de VOYAGE 1 y 2. Estos datos mostraron que su tratamiento alcanzó altas tasas de eficacia y durabilidad durante cinco años y una seguridad similar en los pacientes con o sin síndrome metabólico al inicio.
Entre los resultados también destaca que los pacientes que respondieron a guselkumab declararon que las medidas de dificultad en las relaciones sociales y sexuales mejoraron a medida que lo hacían sus síntomas cutáneos. Así lo reflejaron en el cuestionario del índice de calidad de vida en dermatología (DLQI) y las puntuaciones en el índice de gravedad del área de psoriasis (PASI).
Los resultados de estos análisis muestran que una disminución a largo plazo de los síntomas físicos de la enfermedad también puede ir acompañada de alivio del malestar psicológico y social. Estos datos respaldan el papel de guselkumab para mejorar el estado de la psoriasis en placas moderada a grave, así como los efectos asociados a la calidad de vida relacionada de los pacientes.
Actualmente, esta opción terapéutica está aprobada en Europa para el tratamiento de la psoriasis en placas moderada a grave en pacientes adultos que son candidatos a tratamiento sistémico, y en monoterapia o en combinación con metotrexato para el tratamiento de la artritis psoriásica activa en pacientes adultos que han tenido una respuesta inadecuada o que han sido intolerantes a un tratamiento previo con un fármaco antirreumático modificador de la enfermedad.
