El producto metabólico de un fármaco anticanceroso ha demostrado una potencial actividad en neuronas derivadas de pacientes de párkinson. Esto podría abrir nuevas vías terapéuticas en el tratamiento de esta enfermedad neurodegenerativa que padecen unas 300.000 personas en España.
Los fármacos, una vez entran en el organismo, aparte de realizar su función terapéutica, se transforman bioquímicamente por acción de la maquinaria metabólica. Esta biotransformación puede provocar una actividad biológica que puede ser distinta a la del fármaco original. Este es el caso de Rucaparib.
Rucaparib, un fármaco anticanceroso con potencial
Rucaparib es un medicamento usado en quimioterapia de cáncer de ovario, de mama y, más recientemente, de cáncer de próstata. Este fármaco anticanceroso parte de un grupo de fármacos diseñados para tratar varios tipos de cánceres que muestran alteraciones en la reparación del ADN. En concreto, son inhibidores de la enzima PARP1, implicada, precisamente, en el proceso de reparación de mutaciones en el material genético.
En este sentido, un estudio liderado por investigadores españoles ha demostrado que Rucaparib y su principal metabolito M324 exhiben actividades diferenciales.
Publicado en la revista Cell Chemical Biology, el trabajo ha analizado Rucaparib y M324, haciendo una predicción computacional de la actividad del metabolito. En el artículo se describe la síntesis de M324 y su ensayo biológico, demostrando que el fármaco y su metabolito tienen actividades diferenciadas y actúan de forma sinérgica en algunas líneas celulares de cáncer de próstata.
Y que, sorprendentemente, M324 reduce la acumulación de la proteína α-sinucleína (un componente importante de los cuerpos de Lewy), en neuronas derivadas de pacientes de párkinson. Esta es una enfermedad neurodegenerativa caracterizada por un trastorno del movimiento, y en la que las neuronas no producen las cantidades suficientes de dopamina.
En concreto, la sinergia demostrada entre Rucaparib y M324 en líneas celulares de cáncer de próstata podría tener impacto en ensayos clínicos para estadios avanzados de este tipo de cáncer. Por otra parte, se pone en evidencia el potencial terapéutico de este metabolito y su posible aplicación farmacológica para el tratamiento del párkinson.
¿Cómo se ha llegado a esta conclusión?
Los investigadores han utilizado métodos computacionales y experimentales para caracterizar de forma integral, y por primera vez, la farmacología de la molécula M324. Además, se ha hecho una exhaustiva predicción de la actividad diferencial del fármaco original y de su producto, que se traduce en espectros diferentes del patrón de fosforilación de proteínas celulares.
Por otro lado, se ha sintetizado el metabolito M324, lo que ha permitido verificar experimentalmente, en ensayos biológicos y celulares, la predicción computacional. Los resultados obtenidos podrían tener implicaciones en el tratamiento clínico con Rucaparib y, a su vez, abren nuevas oportunidades de descubrimiento de fármacos.
En resumen, el estudio apunta hacia una nueva perspectiva conceptual en farmacología: la que considera el metabolismo de los fármacos no como un proceso indeseable que degrada y elimina la molécula terapéutica del organismo, sino que puede tener potenciales ventajas desde el punto de vista terapéutico.
En efecto, el trabajo destaca la importancia de caracterizar la actividad de los metabolitos de los fármacos para comprender de forma integral su respuesta clínica y aplicarla en la medicina de precisión.