¿Ecografía o Radiografía? Usos y diferencias

Los diagnósticos por imagen de tejidos blandos son competencia de las ecografías y la visualización de tejidos duros es útil a través de radiografía.

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ecografía de tiroides

La toma de imágenes para realizar una evaluación puede realizarse a través de distintos métodos. La radiografía y ecografía son los métodos más comunes de captura de una imagen a través de distintas tecnologías y medios. Es común que surjan dudas respecto a cuál es la prueba más indicada para cada patología y en que influye someterse o no a cada una de estas formas de toma de imagen.

La ecografía es recomendable como diagnóstico primario

Esta herramienta de diagnóstico por imagen utiliza ondas de ultrasonido. A través de esta tecnología es posible generar una imagen de una zona del cuerpo. Las ondas de ultrasonido son inofensivas y a diferencia de otros métodos no suponen ningún riesgo o daño sobre las personas.

Sus usos son muy extensos. Es recomendable que la ecografía sea utilizada como una herramienta para un primer diagnóstico. Debido a su reducido impacto e capacidad para invadir en el paciente, este método es más adecuado frente a otros métodos que causan  mayor impacto en la salud y bienestar del paciente. El único estudio para el cual no es apto esta prueba es el cerebral; en cambio sí puede utilizarse para identificar el origen de cualquier tipo de molestia como prueba inicial.

Otra de las ventajas de la ecografía es su capacidad de ofrecer resultados en tiempo real. A diferencia de las radiografías, la ecografía es un examen de visualización de imágenes instantáneo, similar a un vídeo. Esto implica que permite realizar un examen más pausado y más específico, ya que es posible estudiar la imagen mientras el especialista busca puntos de dolor y permite palpar las zonas estudiadas mientras se observan por imagen.

Para algunas patologías digestivas, ginecológicas, biliares y vesiculares, la ecografía es la técnica diagnóstica más efectiva y estándar. Asimismo, esta técnica de visualización de imágenes también es utilizada para pacientes con dolor torácico agudo. Su uso es precisamente para descartar una trombosis venosa profunda, ahorrando tiempo y el someter al paciente a pruebas de rayos adicionales y más perjudiciales.

La radiografía se utiliza para tejidos más duros que la ecografía

Las radiografías son pruebas de imagen que funcionan con radiaciones ionizantes. De forma que, esta tecnología utiliza máquinas generadoras de rayos X en salas aisladas y altamente protegidas que evitan fugas de radiación que puedan ser dañinas; no obstante, es cierto que el nivel de radiación emitido es mínimo. Es por ello que los especialistas prefieren optar, si es posible, por una ecografía antes que una radiografía.

Las radiografías brindan la posibilidad de conseguir imágenes estáticas del interior de nuestro organismo. Esta tecnología sirve para diagnosticar o determinar lesiones traumáticas; de hecho, ante una rotura o un posible esguince, este es el primer estudio que debe hacerse. Asimismo, las radiografías también son utilizadas para detectar enfermedades, anomalías e incluso localizar objetos que han entrado en el organismo.

Habitualmente las radiografías son métodos de diagnóstico utilizados para tejidos duros. Por eso, cuando hablamos de una complicación ósea, se recurre a una radiografía; Mientras que la ecografía es una técnica diagnóstica específica para tejidos blandos, tales como los senos, el hígado, el páncreas, la vesícula biliar, los vasos sanguíneos, los músculos o los tendones.

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