En el marco del 9º congreso conjunto ECTRIMS-ACTRIMS celebrado en Milán (Italia), Bristol Myers Squibb ha hecho públicos nuevos datos que muestran que, tras ocho años de seguimiento, el 76% de los pacientes tratados con Zeposia (ozanimod) para la esclerosis múltiple recurrente (EMR) no presentó progresión de la discapacidad confirmada (PDC) a los seis meses.
Además, los resultados demostraron que el tratamiento con ozanimod dio lugar a valores bajos de progresión independiente de recaída (PIRA, por sus siglas en inglés) y de empeoramiento asociado a la recaída (RAW, por sus siglas en inglés), factores clave para la progresión de la enfermedad y la discapacidad permanente en la esclerosis múltiple.
En esta línea, Dr. Jeffrey Cohen, del Centro Mellen para el Tratamiento e Investigación de la esclerosis múltiple de la Clínica Cleveland de Cleveland, Ohio, y consultor remunerado de Bristol-Myers Squibb, ha explicado que «incluso en ausencia de recaídas, las personas con esclerosis múltiple pueden sufrir una neuroinflamación latente, que es una actividad subyacente y continua de la enfermedad que se da simultáneamente en distintas zonas del cerebro y que puede comenzar en las etapas más tempranas de la esclerosis múltiple y provocar un deterioro irreversible de la función cognitiva, la movilidad y la calidad de vida”.
También ha añadido que “dado que los resultados han mostrado que el 25% de las personas con esclerosis múltiple desarrolla PIRA después de aproximadamente siete años, estos nuevos análisis son relevantes para los médicos y los pacientes al valorar una intervención temprana con tratamientos altamente efectivos para actuar frente a la enfermedad latente, un importante factor que promueve de manera temprana la discapacidad y las recaídas a largo plazo, señas de identidad de la progresión de la enfermedad”.
Una mejora en la función cognitiva
El análisis de la función cognitiva en el ensayo ENLIGHTEN muestra una mejora clínicamente significativa con el tratamiento con ozanimod. El estudio fase 3b ENLIGHTEN es un ensayo que evalúa a pacientes con EMR precoz, de los que la mayoría (70,3%) no ha recibido tratamientos modificadores de la enfermedad.
Los datos provisionales y ad hoc han demostrado que, tras un año de tratamiento con ozanimod, casi la mitad de los pacientes con EMR precoz mostró una mejora clínicamente significativa en la función cognitiva; el 25,9% se mantuvo estable en su función cognitiva; y el 26,7% empeoró. Además, los participantes en ENLIGHTEN tuvieron escasa evidencia clínica o radiológica de actividad de la EMR durante ese año, con un 91,9% de pacientes sin lesiones con realce de gadolinio en el mes 12.
“Estos nuevos datos subrayan el potencial de ozanimod para retrasar la progresión de la enfermedad y mejorar la función cognitiva, especialmente en personas con esclerosis múltiple recurrente precoz”, ha señalado el Dr. Roland Chen, vicepresidente y director de Desarrollo en Inmunología, Cardiovascular y Neurociencia de Bristol Myers Squibb.
Y ha concluido: “Con nuestro enfoque en la ciencia transformadora, continuamos profundamente comprometidos con la búsqueda de soluciones para elevar la atención de la comunidad de la esclerosis múltiple”.