La úlcera de estómago consiste en la pérdida de la capa mucosa, que progresa erosionando las distintas capas del aparato digestivo. Comenzará como una erosión en la capa mucosa y se extenderá por la capa submucosa y la muscular hasta alcanzar la capa serosa.
Generalmente las úlceras de estómago se localizan en el bulbo duodenal o en el estómago. En menor medida, pueden desarrollarse en el interior esofágico o en lugares concretos donde existe mucosa gástrico ectópica.
El síntoma más habitual es un dolor que puede ser similar al de una quemadura, aunque también aparecen vómitos, ardor y variaciones de peso. Este tipo de sintomatología es común en muchas patologías, más aún en enfermedades gástricas, lo que puede dificultar el diagnóstico de una úlcera.
¿Qué puede provocar la aparición de una úlcera de estómago?
Algunas causas que provocan las úlceras de estómago o que pueden relacionarse con estas son una mala alimentación, el tabaquismo y abuso del alcohol, el estrés y la bacteria Helicobacter Pylori.
Cuando un paciente acude a la consulta por un dolor estomacal es habitual que sea sometido a pruebas de detección de infección por Helicobacter Pylori. Esto se debe a que es una bacteria que suele provocar úlceras de estómago y problemas estomacales si no es eliminada. Su análisis y erradicación es de gran importancia puesto que, según el Consejo General de Farmacéuticos, la prevalencia de las úlceras de estómago es de un 20% en personas infectadas con Helicbacter Pylori.
El síndrome de Zollinger-Ellison es una enfermedad que está altamente relacionada también con las úlceras de estómago. Esta patología se caracteriza por la elevada presencia en el organismo de la hormona gastrina. Su abundancia provoca una hiperestimulación en las células parietales gástricas, lo que provoca que estas células segreguen ácido basal en cantidades excesivas. El ácido basal provocará un daño que se traduce en la aparición de úlcerasen lugares atípicos.
Consecuencias de las úlceras de estómago
Desatender una úlcera de estómago puede provocar graves lesiones y, en casos extremos, puede ser letal. Una de las consecuencias de las úlceras son las hemorragias. La hemorragia digestiva es una causa frecuente de hospitalización y el 50% de los casos que requieren ingreso hospitalario se deben a una úlcera estomacal.
Otra de las graves consecuencias de las úlceras es la penetración de estas en otros órganos. En algunos casos, pueden llegar a afectar al páncreas, al hígado y a algunas zonas del abdomen. Cuando la úlcera penetra el páncreas o la zona del epiplón gastrohepático provoca un característico dolor en la espalda.
La perforación es una complicación del mismo estilo que la penetración pero de mayor gravedad. Según el Consejo General de Farmacéuticos, suele ocurrir en un 60% de los casos con úlcera duodenal y en un 40% de los casos con úlceras gástricas. Las perforaciones suelen aparecer en personas que consumen de forma excesiva alcohol y muy especialmente en aquellos que consumen ácido acetilsalicílico. La mortalidad a causa de una perforación es muy variable y ronda desde 1% al 20%, pero lo que sí está constatado es que el riesgo de muerte es mayor en pacientes diabéticos.
Por último, una complicación poco frecuente pero que puede ocurrir es la estenosis pilórica. Esta patología consiste en el estrechamiento del píloro que sucede cuando la úlcera intenta cicatrizar. Este problema puede provocar falta de apetito y, en consecuencia, anorexia.