Oncólogos formados, menor ansiedad en sus pacientes

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Oncólogos en la rueda de prensa

Oncólogos de cinco hospitales madrileños han diseñado y validado una herramienta de formación que ayuda a reducir la ansiedad y la depresión de sus pacientes a lo largo del difícil proceso en el que estos conocen por vez primera su diagnóstico, lo confirman y mientras afrontan la enfermedad.

Este hito ha sido posible gracias a la puesta en marcha de la herramienta denominada Com-Bien, desarrollada con el patrocinio de la Fundación Viatris, que ha evaluado, además, el nivel de ansiedad de los propios médicos cuando han de dar a conocer a sus pacientes una información tan delicada como es que padecen cáncer.

Pedro Pérez Segura es Jefe del Servicio de Oncología del Hospital Clínico San Carlos, centro que coordina este proyecto, explica que además de su hospital están implicados los hospitales 12 de Octubre, Getafe, Fuenlabrada y Severo Ochoa de Leganés, y que responde a la ausencia de formación e investigaciones sobre cómo comunicar malas noticias a los pacientes.

Metodología de trabajo

El “Proyecto Com-Bien” perseguía 3 objetivos fundamentales, agrega este experto: evaluar si el paciente estaba satisfecho de cómo su oncólogo le había comunicado su diagnóstico; medir el impacto emocional que puede tener una adecuada comunicación y su efecto en la forma de afrontar la enfermedad; y analizar el nivel de ansiedad de los propios médicos cuando tienen que dar a sus pacientes una información difícil, y si su ansiedad disminuía cuando los profesionales recibían una formación específica previa.   

Para ello el proyecto ofreció sesiones de formación de 3 horas de duración, que tuvieron lugar en cada uno de los cinco hospitales, y en las que participaron un total de 48 oncólogos. En ellas se les entrenó para comunicar malas noticias de manera emocionalmente adecuada. Además, se evaluaron 93 pacientes a quienes esos médicos habían tenido que comunicar un diagnóstico de cáncer, comparando los efectos de su comunicación antes de recibir el entrenamiento y después de haber sido formados.

La segunda parte de la evaluación se realizó durante la pandemia, por lo que hubo que aplazar temporalmente el estudio. “Nos quedamos muy sorprendidos, ya que, pese a la situación tan compleja por la que estábamos atravesando, este programa de formación conseguía un impacto importante en la comunicación con los pacientes”, manifestó el doctor Pérez Segura. Y es que “teniendo en cuenta que no es fácil destinar tiempo para cualquier tipo de formación, que un taller de tres horas logre un impacto tan importante resulta muy esperanzador”.

Resultados del proyecto

Por lo que atañe a la evaluación realizada sobre los pacientes, el doctor Santos Enrech, jefe de Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario de Getafe, explicó que “tras la formación que recibieron los médicos, detectamos cambios relevantes en el impacto emocional de los pacientes, ya que los niveles de ansiedad en la escala HADS se redujeron a la mitad. En esa misma escala, registramos, además, una reducción de más de dos puntos en depresión. Y en general, la satisfacción de los pacientes respecto a la comunicación con sus respectivos oncólogos mejoró 7 puntos tras el programa de formación”.

El doctor Enrech también hizo hincapié en que “no solo el impacto emocional fue menor, sino que el afrontamiento de los pacientes a la enfermedad mejoró tras la formación, consiguiéndose mejores puntaciones en espíritu de lucha y disminuyendo el fatalismo que suele acompañar a la enfermedad”.

Por otro lado, en lo que se refiere a los oncólogos que participaron en el programa, mostraron alta satisfacción con la formación recibida, puntuando por encima de 8 en una escala de 0 a 10. En los cuestionarios manifestaron que la formación les había enseñado a planificar mejor el abordaje de la comunicación difícil. El proyecto ha permitido verificar y documentar cómo el 100% de los participantes reconocía que, después de la formación, disponía ya de un plan establecido para comunicar malas noticias médicas.

Apertura a más especialidades

En este sentido, según el doctor Ignacio Juez, jefe del Servicio de Oncología del Hospital Universitario de Fuenlabrada, estos resultados ponen de manifiesto que “una formación en comunicación con el paciente bien hecha y rigurosa puede mejorar significativamente el modo en que el paciente vive su enfermedad, y puede también hacer que el oncólogo se sienta más seguro y tranquilo a la hora de abordar esta situación”.

Para este experto, “el estudio pone de manifiesto la necesidad de abrir este proceso a más oncólogos y a otros especialistas de distintos campos que también participan en el diagnóstico con cáncer. Han de saber qué información dar y cómo hacerlo: una noticia mal dada va a marcar mucho al paciente en el resto del tratamiento que le queda por delante”. Explica que en ocasiones “tenemos que empezar nuestra relación con el paciente revalorando una conversación previa y eso es siempre complicado, máxime cuando trabajamos desde la confianza. Además, la gestión de las expectativas del paciente es una información que ha de ser dosificada, ya que debemos dar tiempo al enfermo para que pueda adaptarse mentalmente a una nueva y difícil realidad”.

Papel de la Fundación

El director general de la Fundación Viatris, Javier Anitua, destacó el trabajo de los especialistas participantes en el proyecto: “de forma heroica y profesionalmente ejemplarizante, nuestros oncólogos estuvieron simultáneamente lidiando con el Covid-19, atendiendo a sus pacientes oncológicos y formándose en comunicación. A pesar del sesgo que introducen unas circunstancias tan especiales como las de la pandemia, lograron unos resultados espectacularmente positivos tanto en la salud emocional de sus pacientes como en la propia autoconfianza de los médicos en cuanto al uso de sus habilidades comunicativas”.

La promotora y titular exclusivo de la herramienta Com-Bien es la Fundación Viatris (antes conocida como Fundación Mylan), que viene trabajando desde hace varios años para que se puedan incorporar mejoras significativas en la atención psicológica de los pacientes con cáncer en España.

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