Si tienes una zona de tu pie enrojecida y notas picor, escozor o ardor, es probable que padezcas pie de atleta, una infección fúngica que generalmente empieza a desarrollarse entre los dedos del pie. Se trata de una de las enfermedades más frecuentes que afectan a la piel, puesto que se contagia fácilmente, especialmente al andar descalzo en duchas y piscinas públicas o al compartir toallas o ropa.
En este artículo hablamos acerca de las principales causas del pie del atleta y te damos algunos consejos para curarlo o prevenirlo de forma efectiva.
Estas son las causas más comunes del pie de atleta
También conocido como tiña del pie, el pie de atleta es una infección altamente contagiosa y está causada generalmente por unos hongos llamados dermatofitos. Esta infección suele aparecer en el espacio que hay entre los dedos de los pies (con frecuencia, entre el cuarto y el quinto dedo) y puede extenderse hacia la planta y el talón.
Aunque el pie de atleta es más frecuente en los meses de verano – puesto que caminamos a menudo descalzos por duchas, piscinas públicas y gimnasios compartiendo superficies mojadas y húmedas con otras personas -, también es posible contagiarse en invierno si no tomamos ciertas precauciones.
Algunas de las situaciones que aumentan el riesgo de contagiarnos de pie de atleta son:
- Usar calzado cerrado: si usamos un tipo de zapato que no deja respirar al pie, aumentará la sudoración en esta parte de nuestro cuerpo y, con ello, la humedad.
- Practicar deporte sin el calzado adecuado: muchas personas hacen ejercicio durante los meses de verano y no utilizan un calzado transpirable, que deje pasar el sudor.
- Permanecer con los pies húmedos durante un largo periodo de tiempo.
- Pequeñas heridas en las uñas o en los pies.
- Andar descalzo sobre superficies húmedas en lugares públicos, como la piscina o el gimnasio.
¿Cómo saber si tienes pie de atleta?
Uno de los primeros síntomas o señales que pueden revelan que padeces pie de atleta es el picor, sobre todo si se vuelve más intenso cuando caminas descalzo o te quitas los calcetines o los zapatos. Otros síntomas visibles pueden ser:
- Piel del pie agrietada o con escamas
- Piel enrojecida
- Ardor o escozor
- Ampollas y úlceras
- Mal olor
Tratamiento y prevención del pie de atleta
El pie de atleta está muy relacionado con otras infecciones por hongos como la tiña o la tiña inguinal. Si no sabes cómo se cura el pie de atleta, te diremos que se puede tratar con medicamentos antifúngicos (cremas o polvos), tanto de venta libre como con receta médica. En cualquier caso, lo mejor es que consultes con tu médico cuál es el mejor tratamiento para combatir el pie de atleta, ya que cada persona es diferente y podrías necesitar un medicamento oral si el caso es más severo.
Y, ¿cómo se puede prevenir el pie de atleta? Pues bien, lo ideal es seguir las reglas que te indicamos a continuación:
- Usa calzado que permita respirar al pie.
- Mantén los pies limpios y secos, sobre todo en los espacios que hay entre los dedos.
- Lávate bien los pies con agua y jabón, al menos dos veces al día y sécalos a conciencia.
- Usa calcetines de algodón y cámbialos con frecuencia para mantener los pies secos.
- Utiliza sandalias en duchas o piscinas públicas, así como en los vestuarios de gimnasios o spas.
Una curiosidad: ¿por qué se llama «pie de atleta»?
El término «pie de atleta» se acuñó por la mayor incidencia que esta infección tiene en atletas y deportistas, debido principalmente a la intensidad de su ejercicio, la cual provoca cambios bruscos de temperatura en la zona del pie (calor/humedad).