¿Qué significa tener la piel atópica? Los principales síntomas de este trastorno de la piel son picor y enrojecimiento. Se presenta principalmente en pequeños durante su primer año de vida, aunque también puede darse en adultos.
Según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica (SEAIC), se estima que afecta a más del 3% de la población española. En este artículo repasamos las principales características de la piel atópica y todo lo que debes saber sobre esta afección.
¿Cómo saber si sufres dermatitis atópica?
Hablamos de una enfermedad que conlleva la aparición de eccemas y que suele acarrear picor en la piel. La dermatitis atópica en adultos es un trastorno dermatológico que puede ser crónico y presentarse cada cierto tiempo, lo que se conoce con el nombre de brotes.
En el caso de la dermatitis atópica en bebés, unos cuidados adecuados en su piel pueden disminuir significativamente sus molestias, evitando el rascado y una sobreinfección. Además, más de la mitad de los casos desaparecen antes de la adolescencia.
¿Cuáles son los principales síntomas de la dermatitis atópica en la piel?
- Picor leve o intenso, así como escozor.
- Sequedad en la piel.
- Excoriación o irritación cutánea que aparece tras el rascado.
- Pequeñas lesiones que toman la forma de ampollas que al romperse pueden dar lugar a costras.
- Inflamación o enrojecimiento.
- Liquenificación o engrosamiento de la piel.
- Alteraciones en la pigmentación de la piel.
Estos síntomas o lesiones pueden presentarse en cualquier lugar del cuerpo. No obstante, dependiendo de la edad del afectado, suelen afectar unas áreas concretas más que otras. Por ejemplo, las lesiones de la dermatitis atópica en niños se suceden normalmente en el rostro, el cuello, el cuero cabelludo o las rodillas.
En el caso de los adultos, tienen lugar en piernas, brazos o cuello, principalmente en aquellas zonas que presentan pliegues. No obstante, también pueden surgir en otras zonas como los genitales e incluso los párpados.
Causas de la dermatitis atópica que debes conocer
Existen diferentes razones por las que puede aparecer o empeorar la dermatitis atópica:
- Personas afectadas por el asma.
- Genética.
- Factores ambientales como alergias estacionales, sudoración o por el uso de ciertos jabones, cosméticos o tejidos.
- Contacto constante de la piel con el agua, como sucede en el caso de quienes practican natación.
- Situaciones de estrés.
- Piel seca.
- Otros motivos que pueden agravar el trastorno cutáneo como una gripe, un resfriado o tras someterse a cambios bruscos de temperatura.
Prevención y tratamiento de la dermatitis atópica
Evitar la aparición de brotes en la dermatitis atópica es fundamental. Sin embargo, si no es posible, lo más importante es controlar los síntomas.
Para hacerlo posible, la prevención es clave y las personas afectadas deben llevar a cabo algunos hábitos asociados al cuidado de la piel, como los que vamos a describir a continuación:
- Evitar los cambios bruscos de temperatura.
- Ventilar la vivienda adecuadamente.
- Impedir que en las estancias del hogar se acumule el polvo.
- Gestionar el estrés correctamente.
- Evitar el contacto con alérgenos y el uso de cosméticos de composición química.
- Utilizar alta protección solar para exponerse al sol.
- Utilizar crema hidratante corporal varias veces al día, principalmente tras el baño.
- Secar la piel húmeda de forma suave.
- No emplear ropa con tejidos sintéticos o que sean ásperos.
- Uso de tejidos de algodón para la ropa y tela o cuero para el calzado.
- Lavados con detergentes suaves.
- Quitar las etiquetas de las prendas que pueden rozar la piel.
- Mantener siempre las uñas cortas para evitar hacerse heridas al rascarse.
- Baños cortos en los que se emplee agua tibia.
En cuanto al tratamiento para la dermatitis atópica, es frecuente recurrir a fármacos con los que poder reducir o eliminar la inflamación, controlar el escozor y picor, y tratar la aparición de posibles infecciones.
