Una conmoción cerebral es una lesión en el cerebro que afecta temporalmente al pensamiento y a la conciencia. La persona puede quedar inconsciente o simplemente sentirse confundido. A pesar de que los huesos del cráneo protegen el cerebro y el líquido dentro del cráneo también protege el encéfalo, si la cabeza recibe un golpe suficientemente fuerte, el cerebro puede desplazarse dentro del cráneo y chocar contra éste.
De esta forma, una conmoción cerebral relacionada con el deporte es una conmoción cerebral que se produce como consecuencia de una lesión deportiva, por ejemplo, golpearse la cabeza al jugar al fútbol. Así, casi 1 de cada 5 atletas que practican deportes de contacto sufre una conmoción cerebral durante la temporada.
¿Cómo se produce una conmoción cerebral en los deportes?
Una conmoción cerebral ocurre cuando un impacto en la cabeza o un movimiento brusco hace que el cerebro se mueva rápidamente hacia adelante y hacia atrás dentro del cráneo. Este movimiento puede provocar alteraciones en la función cerebral que resultan en varios síntomas neurológicos. Aunque los deportes de contacto como el fútbol americano, el boxeo o el hockey sobre hielo presentan un mayor riesgo, cualquier deportista puede sufrir una conmoción cerebral incluso en deportes sin contacto directo, como el ciclismo o el esquí.
Síntomas de una conmoción cerebral deportiva
Aunque los signos o síntomas puedan variar significativamente entre individuos, se pueden nombrar algunos, aunque no están limitados a:
- Dolor de cabeza o una sensación de presión en la cabeza
- Confusión o sentirse aturdido
- Mareos o «ver estrellas»
- Náuseas o vómitos
- Problemas de equilibrio
- Visión borrosa o doble
- Sensibilidad a la luz o al ruido
- Dificultad para concentrarse
- Problemas de memoria
- Cambios en el estado de ánimo, como irritabilidad
Es crucial reconocer que los síntomas pueden no aparecer inmediatamente y pueden desarrollarse horas o incluso días después del incidente. Por eso, se debe estar atento durante unos días posteriores al accidente.
Diagnóstico y tratamiento
El diagnóstico de una conmoción cerebral se basa principalmente en la evaluación clínica realizada por un profesional de la salud. El médico considerará la historia del incidente, los síntomas presentes y puede utilizar herramientas de evaluación neurológica como la Escala de Conmoción Cerebral de la NFL o pruebas cognitivas computarizadas.
El tratamiento implica principalmente reposo tanto físico como mental. Esto significa evitar actividades que requieran concentración y esfuerzo físico, como jugar videojuegos, ver televisión o practicar deportes, hasta que todos los síntomas hayan desaparecido. En esta línea, el regreso al deporte debe ser gradual y siempre bajo la supervisión de un profesional de la salud.
Prevención de conmociones cerebrales en el deporte
La prevención de conmociones cerebrales comienza con la educación de entrenadores, padres y deportistas sobre los riesgos de las lesiones en la cabeza y las formas de reducir dichos riesgos. El uso adecuado del equipo de protección, como cascos, es fundamental, aunque no puede prevenirla completamente. Asimismo, es importante enseñar y enfatizar técnicas de juego seguro y regulaciones que limiten el contacto físico excesivo.
En resumen, las conmociones cerebrales relacionadas con el deporte son un tema serio en este ámbito. Aunque se consideran lesiones cerebrales leves, sus efectos pueden ser significativos y duraderos. Es esencial que los deportistas, entrenadores y padres estén informados y preparados para actuar rápidamente en caso de sospecha de conmoción cerebral. Con un manejo adecuado y medidas preventivas efectivas, es posible minimizar los riesgos y proteger la salud y el bienestar de los atletas.