Dos tercios de las personas que padecen diabetes habitan en entornos urbanos. Por ello, las ciudades son el primer frente para el abordaje de la enfermedad y uno de los primeros ámbitos de actuación. Con este objetivo, se puso en marcha hace cinco años el programa Cities Changing Diabetes, fruto de la colaboración entre Novo Nordisk, el University College de Londres y el Steno Diabetes Center de Copenhague.
El mismo reclama una inmediata actuación que pueda prevenir la aparición de 100 millones de nuevos casos de diabetes para 2045. En este sentido, la obesidad es el principal factor de riesgo modificable en la diabetes tipo 2, y las investigaciones advierten de que, para detener su avance, es necesario reducir las tasas de obesidad en una cuarta parte. De no llevarse a cabo ninguna acción, en 2045 la diabetes podría alcanzar a 736 millones de adultos, y la obesidad a 1.400 millones, paralizando los sistemas de salud y representando un coste para el sistema sanitario de más de 1.000 millones de dólares anuales.
“Durante muchos años, la prevalencia de diabetes ha seguido aumentando a un ritmo alarmante a pesar de los esfuerzos para evitarlo de las autoridades políticas y sanitarias”, explica Mads. W. O. Larsen, CEO de Novo Nordisk España. “Por tanto, con el fin de prevenir la aparición de la diabetes tipo 2, frenar el avance de esta incapacitante enfermedad y atajar sus comorbilidades (obesidad y riesgo cardiovascular, entre otros), debemos pensar de manera diferente y adoptar nuevos enfoques en materia de prevención. Diseñando estrategias de salud pública y planes de atención individual personalizados en función de la población local a la que se dirigen, es mucho más probable que tengan éxito. Y ahí, la colaboración con organismos como Madrid Salud es la clave para ello en este proyecto”, afirma.
La primera ciudad en unirse en unirse al programa Cities Changing Diabetes fue la Ciudad de México; desde entonces, más de 18 ciudades se han incorporado al acuerdo de manera global, expandiendo geográficamente el programa y desarrollando nuevas acciones y políticas sanitarias –y conectando a su vez con otros programas con influencia dentro del ámbito sanitario. Ya se han iniciado más de 30 actuaciones, con base en la investigación científica, que persiguen descifrar cuál es el principal reto para frenar la diabetes en cada ciudad.
Una de esas investigaciones, llevada a cabo por el gobierno de Ciudad de México, mostró la dimensión y el alcance de las consecuencias de las alarmantes tasas de diabetes, sobrepeso y obesidad de la ciudad, comprometiéndose esta a mejorar la salud de sus 21 millones de ciudadanos añadiendo 186 kilómetros de carriles bici. A raíz de ello, el número de usuarios del sistema colaborativo de bicicletas, EcoBici, se ha triplicado hasta alcanzar los 300.000 entre 2014 y 2019.
Como recuerda Lars Fruergaard Jørgensen, CEO de Novo Nordisk: “Un posible aumento de la diabetes no es sostenible ni para las personas, ni para los sistemas sanitarios, las empresas ni la economía. La medicina tiene un papel fundamental en el tratamiento de la diabetes, pero si queremos detener el imparable aumento de la enfermedad, debemos centrarnos, implacablemente, en la prevención. Tenemos que trabajar juntos para controlar la epidemia de la diabetes o esta podría amenazar la viabilidad de los sistemas sanitarios mundiales”.
El propósito es que 50 nuevas ciudades inicien el abordaje de la diabetes durante los próximos cinco años, integrando la prevención y el tratamiento dentro de sus estrategias urbanas para crear un cambio sostenible a largo plazo. En la actualidad, el programa representa a 142 millones de ciudadanos de 19 ciudades en todo el mundo: Pekín, Beirut, Buenos Aires, Copenhague, Hangzhou, Houston, Yakarta, Johannesburgo, Koriyama, Leicester, Madrid, Mérida, Ciudad de México, Milán, Roma, Shanghái, Tianjin, Vancouver y Xiamen.