El estreñimiento crónico es una enfermedad algo relativa. Depende de la apreciación de cada individuo sobre sus hábitos intestinales. Por tanto, resulta muy difícil definir el esta enfermedad con exactitud.
¿Qué es el estreñimiento crónico?
En general, se denomina estreñimiento crónico a aquella enfermedad que hace referencia a la baja frecuencia de la defecación. Se puede considerar que un individuo padece estreñimiento cuando realiza menos de tres deposiciones semanales.
Aunque el estreñimiento ocasional es muy común, es importante reconocer los síntomas para determinar si estamos ante un caso crónico u ocasional. Si se padece estreñimiento crónico, las personas pueden ver interferida su capacidad para realizar tareas.
Síntomas y signos del estreñimiento crónico
El estreñimiento es uno de los problemas intestinales más comunes; más de la mitad de nosotros lo experimentamos en algún momento de nuestras vidas. De hecho, hasta 1 de 5 personas dice haber sufrido estreñimiento crónico (prolongado). Es por ello que resulta de vital importancia identificar si se trata de una enfermedad crónica o de algo ocasional. Los síntomas más frecuentes son:
- Frecuencia de evacuación: la defecación tiene lugar menos de tres veces por semana
- Consistencia de las heces: si son grumosas o duras
- Mucho esfuerzo para defecar
- Sentir obstrucción en el recto
Si notas alguno de estos síntomas, lo mejor es que consultes a tu médico para iniciar un tratamiento y controlar el estreñimiento.
Causa y tratamiento
El estreñimiento se produce cuando los desechos o las heces se mueven con demasiada lentitud a través del tracto digestivo o no pueden eliminarse del recto eficazmente. Estas, si no hay una buena hidratación, tienden a secarse y a endurecerse. Las principales causas de la obstrucción del recto podrían ser cáncer de colon, estrechamiento del color u otro cáncer abdominal. Sin embargo, en muchas ocasiones puede deberse a la falta de hidratación y de una buena alimentación.
El mejor tratamiento en este caso es la prevención. Por ello, la alimentación, alta en fibra, y una buena hidratación son claves para mejorar el tránsito intestinal. Debes incorporar alimentos como verduras y frutas, así como cereales integrales.
Además, se debe reducir el consumo de alimentos procesados ya que estos tienen un bajo contenido de fibra, así como los productos lácteos y la carne. Beber mucho líquido, en concreto agua, será la principal aliada para hacer frente al estreñimiento crónico y prevenirlo.
Por otro lado, es importante mantenerse activo. Esto implica hacer ejercicio con periodicidad. Asimismo, procura controlar el estrés y escuchar a tu intestino. No dejes pasar el impulso de defecar ya que esto puede provocar complicaciones a la hora de evacuar.
Por último, procura establecer horarios regulares, especialmente después de una comida, para que tu intestino se acostumbre y pueda ayudar en la defecación. Si esto no termina por funcionar, recuerda consultar a un especialista para evaluar tu caso y determinar si sufres estreñimiento ocasional o estreñimiento crónico.