Bien es sabido que los ultraprocesados no son buenos. No obstante, de vez en cuando nos permitimos un homenaje en forma de bollo. Otras personas, más que un homenaje, se ven atraídos constantemente por estos alimentos procesados.
Los colores, precios y sabores han creado una serie de amantes de este tipo de comida que ven comprometida su salud. Estos alimentos incluyen ingredientes industriales que no se encuentran en una cocina normal. Vienen cargados de azúcar, grasa e hidratos de carbono y su consumo pone en peligro nuestra dieta.
Evitar su consumo depende de elecciones dietéticas individuales, pero también de decisiones sociales, como las que afectan al tiempo y a los recursos necesarios para cocinar platos saludables.
El consumo de estos alimentos se ha transformado es un hábito para muchos y, según un estudio reciente publicado en el British Medial Journal, comer estos productos más de 4 veces al día puede aumentar las probabilidades de morir de cáncer o de enfermedades cardiovasculares en un 62%.
Peligros de consumir ultraprocesados
Muchas personas no son conscientes de lo perjudicial que resulta la ingesta de ultraprocesados para la salud. Cada vez más tenemos a nuestra disposición una mayor variedad de alimentos y bebidas ultraprocesados a precios asequibles.
Estos productos son promocionados agresivamente y, en muchos casos, añadiendo declaraciones nutricionales y de propiedades saludables. Nos vemos engañados por la etiqueta “light” cuando en realidad es igual de insano y perjudicial para la salud.
La dieta es cada vez de peor calidad y la ingesta de calorías totales no deja de ascender. Esto es debido principalmente a los azúcares añadidos a estos alimentos y al consumo insuficiente de, por ejemplo, verduras y frutas.
Efectos sobre la salud
De acuerdo con diversos estudios, el consumo excesivo de los ultraprocesados aumenta el riesgo de mortalidad. Además, la calidad de vida en el futuro se vería mermada ya que existiría un mayor riesgo de sufrir una enfermedad cardiaca.
Por otro lado, expertos de la Universidad de Nueva York afirman que cada porción diaria de alimentos ultraprocesados, como puede ser una sola barra de proteína o una lata de gaseosa, se asocia con un aumento de un 7 % en el riesgo de morir por enfermedad cardiovascular y un incremento del 9 % en el riesgo de morir a causa de una enfermedad coronaria.
Hoy en día existen diversas opciones de comida que parecen saludables pero que en realidad no lo son. Un ejemplo de ello sería las barran de proteínas o los cereales para el desayuno.
Los expertos insisten en la necesidad de crear estrategias que consigan disminuir el consumo de estos productos como puede ser la creación de impuestos especiales para mejorar la dieta de la población.
Por otro lado, se podrían ofrecer alimentos nutritivos y mínimamente procesados a las poblaciones más desfavorecidas que son las que más recurren a los productor ultraprocesados por su bajo nivel de renta.
Por último, un nuevo estudio que ha analizado la evolución entre los 7 y los 24 años de más de 9.000 niñas y niños británicos, ha mostrado una relación entre la ingesta de alimentos industriales en los primeros años de vida y la obesidad en la juventud.
“Cada vez hay más pruebas que relacionan el consumo de refrescos, aperitivos envasados, panes de producción masiva y algunas comidas preparadas con obesidad, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, cáncer y otros problemas de salud en los adultos” afirma Kiara Chang, primera autora de la investigación.
Evaluar la asociación a largo plazo entre el consumo de alimentos ultraprocesados en la infancia con el cambio de peso hará que muchos padres se replanteen la dieta para sus hijos. De esta forma estarán cuidando, no solo la salud del niño, sino la del adulto en el futuro.