Has llegado a la segunda etapa de esta aventura, que empezó hace tres meses, de traer a un niño al mundo. En el segundo trimestre del embarazo aumentan los cambios en el cuerpo de la mujer y estos empiezan a ser más significativos.
El bebé continúa creciendo gracias a que comienza a desarrollarse de forma casi diaria. Esto significa que a partir de aquí el vientre empezará a aumentar considerablemente.
Cambios en el cuerpo de la mujer durante el segundo trimestre de embarazo
Lo más importante que debes saber, es que en esta nueva etapa los síntomas de malestar como vómitos, náuseas, o el malestar matutino, propios del primer trimestre de embarazo, comienzan a disminuir. Las hormonas comienzan a equilibrarse y se tiene más energía y menos cambios de humor.
Durante este trimestre el peso aumenta más rápidamente, esto significa que es un buen momento para comenzar a utilizar ropa premamá. Los senos continúan creciendo preparándose para la lactancia, aunque ya no lo hacen al ritmo del primer trimestre. Puede que notes un oscurecimiento en la piel alrededor de los pezones y que se forman unos pequeños bultos. Este síntoma no debe preocuparte, ya que se debe a la formación de una sustancia aceitosa llamada calostro, que sirve para evitar que los pezones se sequen. Es posible que en ocasiones incluso llegue a gotear.
También, durante el segundo trimestre de embarazo se sufren algunos cambios en la piel. Con el crecimiento de senos y vientre, algunas zonas de la piel comienzan a estirarse rompiendo las fibras elásticas. De esta forma, se crean una especie de rayas en la piel que llamamos estrías. No todas las embarazadas las tienen, pero son muy comunes y no existe forma de prevenirlas. En cualquier caso, las estrías no son dañinas para la piel y deberían desaparecer paulatinamente después del embarazo, por lo que no deben preocupar.
Otros cambios en la piel que se pueden esperar y que desaparecerán después del embarazo son:
- Piel seca y comezón
- Aumento de la sensibilidad al sol
- Línea negra: una fina línea oscura situada en la mitad del vientre que va desde el ombligo hasta el comienzo del vello púbico.
- Máscara del embarazo: unas pequeñas manchas de piel oscura en la cara.
Sentir dolor de piernas también será habitual en el segundo trimestre. Puedes tener algunos calambres especialmente mientras duermes. Estos están relacionados con la presión que el bebé ejerce sobre los nervios y vasos sanguíneos de las piernas que provoca también cierta hinchazón en los tobillos.
Otros síntomas que sentirás durante el segundo trimestre de embarazo
Es posible que aparezcan algunos dolores en la espalda, pelvis y caderas debido al trabajo que supone sostener al bebé que está en constante crecimiento dentro de su barriga que se carga principalmente sobre la espalda. Las hormonas del embarazo relajan los ligamentos que mantienen unidos los huesos y esto puede derivar en pequeñas molestias en pelvis y caderas. No te preocupes si notas estos síntomas, ten en cuenta que los huesos se están moviendo para prepararte para el parto.
El estómago también puede causar ciertas molestias debido a la presión que ejercen sobre él los ligamentos del útero que crece constantemente debido al aumento de tamaño del bebé. Esto puede causar dolor leve o algunos calambres. Esa presión también puede causar algo de acidez, ya que fuerza la entrada de alimentos y ácido.
Las hormonas del embarazo afectan a los ligamentos y huesos de la boca también, esto significa que pueden aflojarse los dientes para volver a la normalidad después del embarazo. Sin embargo, si esto sucede se recomienda consultar con un dentista si se detecta hinchazón o sangrado de encías. Estos síntomas están relacionados con el nacimiento prematuro.
El flujo sanguíneo de las membranas mucosas de la nariz y la boca aumentará, lo que podría provocar algunas pequeñas hemorragias nasales.
En el segundo trimestre de embarazo también pueden aparecer algunas infecciones en el tracto urinario. Los cambios hormonales ralentizan el flujo de la orina y a veces la vejiga no llega a vaciarse por completo. Las infecciones urinarias pueden provocar un parto prematuro, por lo que, si notas algún síntoma como mayor urgencia y frecuencia al orinar, debes consultar con tu médico.
Por último, otro de los síntomas que podemos observar es el conocido como “parto falso”. Esto consiste en un endurecimiento de los músculos uterinos que provocan las primeras contracciones. Esto es una forma que tiene el cuerpo de prepararse para el parto. Este tipo de contracciones son irregulares en el tiempo y deberían desaparecer a los pocos minutos de llegar. Aunque pueden ser molestas, no deberían causar dolor. Si se volvieran regulares y dolorosas y no desaparecen al caminar o cambiar de posición, consulte a su médico pues es un síntoma de parto prematuro.
Lo más importante es que continúes visitando a tu médico con las consultas prenatales continuas. Lo normal es hacerlas una vez al mes para chequear que todo sigue en orden. Hazle preguntas sobre el proceso y cuéntale cualquier inquietud o duda que hayas podido tener durante el tiempo que haya pasado desde la última consulta. Él mejor que nadie sabrá responderla.