Los frutos secos son unos de los alimentos más consumidos. En concreto, las pipas. Sin duda, es uno de los mejores para picar entre horas. Seguro que alguna vez has pensado que las calorías que aporta son demasiadas y que es probable que aumente tu peso si sigues consumiéndolos.
Pues si sigues leyendo este artículo, verás que no es así. Los beneficios de las pipas son muchos. Por lo que pueden ser un picoteo muy saludable, siempre y cuando no se abuse de ellas.
Las pipas tienen una gran cantidad de vitamina B, por lo que aportan gran cantidad de energía a tu organismo, ayudándote durante el día y que no te quedes sin fuerzas.
Sus propiedades, ayudan a la mejora del envejecimiento físico y celular, gracias a su contenido de ácido fólico, vitamina E, vitamina B9 y su alto contenido en fibra. Debido a sus propiedades antioxidantes, es un fruto seco que se debe consumir diariamente, ya que ayuda al tránsito intestinal y a evitar problemas cardiovasculares.
¿Engordan las pipas?
Las pipas de girasol, como la mayoría de los alimentos, tienen sus propios ácidos grasos. Sin embargo, en este caso se trata de grasas insaturadas (buenas), que resultan necesarias para el organismo.
El problema real de consumir pipas no reside en el consumo de estas en concreto, sino en la cantidad. Como hemos comentado, las pipas tienen un tipo de grasa saludable que es necesaria. Pero, si abusamos de su consumo, nos hará aumentar de peso.
Consumir unos 25 gramos de pipas (o cualquier otro fruto seco), resulta de gran ayuda para reducir los niveles de colesterol y triglicéridos, por lo tanto, lo único que se debe hacer es no abusar.
¿Cómo obtener el máximo beneficio de los frutos secos?
Para poder comer frutos secos sin problema alguno, debemos asegurarnos que se encuentran crudos. Normalmente, los frutos secos vendidos en supermercados, suelen ser fritos y salados, lo cuál hace que sus propiedades disminuyan y aumenten sus calorías.
La sal, supone un gran riesgo para la salud, sobre todo para las personas con hipertensión ya que provoca retención de líquidos en nuestro cuerpo, y estos frutos secos siempre suelen ir acompañados con grandes cantidades. Además, al freírlo en aceite, se convierten en perjudiciales para la salud, debido a las propiedades que adquiere el aceite al calentarlo en altas temperaturas.
Por lo tanto, si queremos aprovecharlos, debemos consumirlos crudos y sin sal. Al realizar este cambio, el sabor puede variar un poco, pero suelen estar igual de buenos y, además, son mucho más sanos que los anteriores. Las propiedades se mantienen y, además, son muy beneficiosos para la salud.