La disfunción eréctil es un trastorno que impide poder tener o mantener una erección suficientemente firme para tener relaciones sexuales satisfactorias. Esto afecta a la calidad de vida de los hombres que la padecen, provocándoles incluso alteraciones psicológicas (que pueden ser causa o consecuencia del trastorno), como la ansiedad o la depresión.
Desde hace décadas el sildenafilo, un tratamiento farmacológico, permite combatir la disfunción eréctil. Sin embargo, hasta el momento todos los pacientes se veían obligados a utilizar la dosis de tratamiento farmacológico indicada por su médico, siempre guardando una relación con las presentaciones disponibles: en el caso de sildenafilo 25, 50 y 100 miligramos.
Ahora, un nuevo avance ya presente en España, permitirá que los pacientes que sufren disfunción eréctil puedan implicarse en su autocuidado, ajustando sus propia dosis, bajo las indicaciones de su médico, en función de determinadas circunstancias personales, optimizando la cantidad ingerida en cada momento y situación.
Más independencia y menos riesgos
La nueva alternativa terapéutica cuenta con un sistema de administración a través del cual, con cada pulsación que realiza el paciente sobre una bomba dosificadora se aporta 12,5 mg de sildenafilo. Así, dos pulsaciones supondrían, por ejemplo, un comprimido de 25 mg, de forma que el paciente únicamente tendrá que controlar el número de pulsaciones que ingiere.
Con este nuevo sistema, desarrollado por Laboratorios Rubió, el incremento de las dosis se podrá realizar de forma paulatina, asegurando que el tratamiento proporciona resultados óptimos con la dosis mínima eficaz, algo más complicado de conseguir con los comprimidos actuales. Esto reducirá también el riesgo de efectos adversos o el uso de medicación innecesaria. Además, permitirá al paciente tener una mayor implicación e independencia en el cuidado de esta patología.
Para los facultativos, el nuevo tratamiento, que es la primera innovación en 21 años para la disfunción eréctil, supone la ventaja de que con una única receta pueden pautar una dosis más cómoda, eficiente y personalizada, sobre todo, si se tiene en cuenta que generalmente se requiere hacer un ajuste de la misma, pues no todos los pacientes requieren a priori la misma dosis.
¿A quién afecta la disfunción eréctil?
Casi la mitad de los afectados por disfunción eréctil tienen entre 60 y 70 años, y su prevalencia aumenta con la edad. Además, se presentan distintos niveles de afectación (solo un 5% de los casos se pueden considerar severos), de ahí que sea tan importante autoajustar las dosis según las necesidades de cada paciente.