Empleados de la compañía farmacéutica Otsuka Pharmaceutical S.A. junto con sus hijos han participado en la Jornada Anual de Voluntariado Corporativo de la compañía. Este año tenía por objetivo mejorar el acondicionamiento de las instalaciones del centro Can Calopa, hogar-residencia y centro especial de trabajo situado en Barcelona que ofrece ocupación y residencia a personas con diferentes capacidades intelectuales y/o patología mental.
«Desde Otsuka concebimos que nuestra responsabilidad y compromiso con las personas va más allá de la creación de fármacos únicos e innovadores para mejorar su salud. Desde nuestra perspectiva, es imprescindible que conozcamos el día a día de las personas y cómo influyen en su vida las diferentes patologías que padecen y para las cuales intentamos buscar soluciones eficaces. Queremos saber de primera mano sus necesidades y, de esta manera, contribuir con nuestras acciones de voluntariado a desarrollar programas que permitan mejorar su calidad de vida”, afirma Concha Caudevilla, directora general de Otsuka Pharmaceutical en España.
La acción que se enmarca dentro del plan de Responsabilidad Social de Otsuka, se ha querido vincular este año al centro Can Calopa que acoge a personas de diferentes capacidades intelectuales y patología mental con el objetivo de favorecer la integración social y laboral de este colectivo.“Cada año realizamos una jornada de voluntariado corporativo en la que donamos nuestro tiempo y esfuerzo a una causa solidaria vinculada con nuestra actividad empresarial. Este año, la actividad que hemos llevado a cabo en el centro Can Calopa constituye la tercera edición”, prosigue Caudevilla.
Como principal novedad, en esta ocasión, los hijos de los trabajadores mayores de 13 años podían participar en la Jornada de Voluntariado junto con sus progenitores, “aspecto que ha tenido muy buena acogida” en palabras de la propia Caudevilla.