Aunque parezca sacado de una novela de ciencia ficción, quedarse embarazada mientras ya se está embarazada es un fenómeno real, aunque extremadamente raro. Este proceso biológico se conoce como superfetación, y ha despertado la curiosidad tanto de profesionales médicos como de futuras madres. Pero ¿qué tan probable es? ¿Cómo ocurre? ¿Existen riesgos?
¿Qué es la superfetación y cómo puede ocurrir?
La superfetación es un fenómeno en el que una mujer ya embarazada ovula de nuevo, y ese segundo óvulo es fertilizado y se implanta en el útero, resultando en dos fetos de distinta edad gestacional. A diferencia del embarazo múltiple común, en el que dos óvulos se fertilizan al mismo tiempo, en la superfetación los embriones tienen semanas de diferencia.
Esto parece imposible porque, durante un embarazo típico, el cuerpo de la mujer genera múltiples mecanismos que impiden un nuevo embarazo:
- Se detiene la ovulación.
- El revestimiento del útero cambia para proteger al embrión ya implantado.
- La mucosa cervical se espesa, bloqueando la entrada de nuevos espermatozoides.
Entonces, ¿cómo puede ocurrir la superfetación? Se cree que en casos extremadamente raros, por un desajuste hormonal o particularidades del ciclo reproductivo, una nueva ovulación se produce durante las primeras semanas de un embarazo ya iniciado. Si hay relaciones sexuales durante ese breve periodo, un segundo óvulo puede ser fecundado y anidar junto al embrión existente.
Hasta hoy, solo se han documentado una decena de casos en todo el mundo. La mayoría han sido identificados por ecografías que muestran fetos con diferentes niveles de desarrollo, sin que haya indicios de una concepción simultánea.
¿Qué implicaciones tiene la superfetación para la madre y los bebés?
Aunque la superfetación no es peligrosa en sí misma, plantea ciertos retos en el control y desarrollo del embarazo. Al tratarse de dos fetos con edades gestacionales diferentes, puede ser complejo establecer una fecha adecuada para el parto, ya que uno de los bebés podría no estar completamente desarrollado si se induce el nacimiento en función del otro.
Además, los riesgos habituales de un embarazo múltiple, como el parto prematuro o el bajo peso al nacer, pueden verse incrementados. Por eso, si se sospecha de superfetación, los médicos suelen optar por un seguimiento más frecuente y personalizado.
Desde el punto de vista médico, este fenómeno también puede generar confusión en las primeras ecografías, durante el primer trimestre, pues las diferencias de tamaño entre los fetos podrían hacer pensar en problemas de desarrollo en uno de ellos, cuando en realidad se trata de una diferencia de edad.
Afortunadamente, los casos documentados de superfetación han concluido en nacimientos exitosos, aunque siempre con la intervención de equipos médicos especializados.
