Un nuevo estudio, realizado por científicos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas a base de experimentos en ratones, ha arrojado un nuevo horizonte en la terapia contra el alzheimer. Para llevarlo a cabo, los investigadores han valorado en los roedores los principales patógenos de la enfermedad.
Los resultados del trabajo, desvelan que los niveles de la proteína SFRP1 se encuentran muy elevados en los pacientes y continúan aumentando a medida que pasa el tiempo. Al inactivar la función de esta proteína se puede prevenir la progresión de esta patología tal y como explican los científicos que han participado en este trabajo.
“Los nuevos enfoques deberían diseñarse contra factores que actúen simultáneamente en más de uno de los procesos que se encuentran patológicamente alterados en la enfermedad”. Paola Bovolenta, investigadora.
“Como tiene un origen multifactorial, los nuevos enfoques deberían diseñarse contra factores que actúen simultáneamente en más de uno de los procesos que se encuentran patológicamente alterados en la enfermedad”, afirma Paola Bovolenta, investigadora del Centro de Biología Molecular ‘Severo Ochoa’.
La proteína SFRP1 ha sido identificada en este estudio como un factor importante del avance de la enfermedad, ya que actúa en múltiples procesos y los niveles elevados de esta proteína son patogénicos.
“La neutralización de la proteína SFRP1 podría ser una alternativa terapéutica muy interesante. Medir los niveles de SFRP1 en el líquido cefalorraquídeo o en suero podría también llegar a ser un marcador diagnóstico muy útil”, añade Pilar Esteve, corresponsable del trabajo, que trabaja en el CBM.
Una enfermedad que afecta a casi 50 millones de personas.
El alzheimer produce una pérdida progresiva e irreversible de las capacidades cognitivas de quien la padece. Actualmente son 46 millones de personas las afectadas por esta demencia que se diagnostica cada tres segundos.
En el caso concreto de España, 40.000 nuevos casos son diagnosticados al año para un total de 800.000 pacientes.