Según la Fundación Española del Corazón, en España se dan alrededor de 30.000 muertes súbitas al año y cerca de 20.000 intentos de reanimación. Las medidas de reanimación cardiopulmonar ante una parada cardiorrespiratoria pueden conseguir que siga bombeándose sangre al cerebro, la arritmia desaparezca y el paciente se recupere.
En estos momentos críticos, la respuesta rápida y eficiente es esencial para salvar vidas. Un protocolo adecuado puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
¿Qué es una parada cardiorrespiratoria?
Una parada cardiorrespiratoria es una situación en la que el corazón de una persona deja de latir y la respiración se detiene. Puede ser causada por diversas razones, como un paro cardíaco, un ahogamiento, un accidente cerebrovascular o una lesión traumática. Cuando esto sucede, cada segundo cuenta, ya que la falta de oxígeno puede causar daño cerebral irreversible en cuestión de minutos.
El protocolo de reanimación cardiopulmonar (RCP)
El protocolo a seguir en una parada cardiorrespiratoria se basa en la Reanimación Cardiopulmonar (RCP). La RCP es un conjunto de maniobras diseñadas para restablecer la circulación sanguínea y la oxigenación en el cuerpo de la víctima. Los pasos clave a seguir son:
1. Evaluar la seguridad del entorno
Antes de acercarte a la víctima, asegúrate de que el entorno sea seguro. No te expongas a riesgos innecesarios, como corriente eléctrica o tráfico vehicular. Si es seguro, procede.
2. Verificar la consciencia de la víctima
Intenta comunicarte con la víctima llamándola por su nombre o dándole palmaditas en el hombro. Observa si la víctima responde y respira normalmente.
En el caso de ausencia de respuesta y falta de respiración, se trata de una Parada Cardiorrespiratoria y es necesario iniciar inmediatamente la reanimación.
Para evaluar la respiración, utilizamos el método VER-OÍR-SENTIR. Si no hay sospecha de lesión medular, colocamos a la persona boca arriba (decúbito supino), extendemos su cuello con la maniobra frente-mentón, y comprobamos la respiración observando el movimiento del tórax (VER), escuchando cualquier sonido respiratorio (OÍR) y sintiendo el flujo de aire (SENTIR).
3. Llamar al servicio de emergencias
Si la víctima no responde o no respira normalmente, llama inmediatamente al servicio de emergencias para solicitar ayuda médica. Proporciona la ubicación exacta y sigue las instrucciones del operador.
4. Iniciar la RCP
Comienza la RCP con compresiones torácicas y ventilaciones. Las compresiones torácicas se realizan de la siguiente manera:
- Coloca las manos en el centro del pecho de la víctima, una encima de la otra.
- Utiliza el peso de tu cuerpo para presionar el pecho hacia abajo sin flexionar los codos.
- Realiza compresiones a una velocidad de al menos 100-120 por minuto y con una profundidad de al menos 5 cm. Para seguir el ritmo con mayor facilidad, puedes guiarte de canciones que tengan el mismo ritmo. Algunas de ellas son Staying Alive – Bee Gees, Dancing Queen – ABBA o la Macarena. Para los más pequeños, la canción de la serie animada de Bob esponja también es adecuada.
- Alterna compresiones con ventilaciones. Después de 30 compresiones, proporciona 2 ventilaciones boca a boca, levantando la barbilla, cubriendo la nariz y la boca de la víctima.
5. Usar un desfibrilador automático externo (DAE)
Si tienes acceso a un DAE, úsalo de acuerdo con las instrucciones. Los DAE son dispositivos que pueden administrar una descarga eléctrica para reiniciar el corazón en caso de fibrilación ventricular.
6. Continuar la RCP hasta la llegada de ayuda médica
Mientras esperas a que llegue la ayuda médica, continúa con las compresiones torácicas y las ventilaciones. La continuidad en la RCP es esencial para mantener el flujo de sangre y oxígeno en el cuerpo de la víctima.
7. Evaluar y ajustar
A medida que llega la ayuda médica, evalúa regularmente la respuesta de la víctima. Si la víctima recupera el pulso y comienza a respirar de manera normal, detén las maniobras de RCP y colócala en posición lateral de seguridad.
El protocolo a seguir en una parada cardiorrespiratoria es esencial para salvar vidas. La Reanimación Cardiopulmonar (RCP) es un conjunto de maniobras que cualquiera puede aprender para brindar ayuda de emergencia en situaciones críticas. La respuesta rápida y eficiente puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte. La educación pública sobre la RCP y la disponibilidad de desfibriladores automáticos externos son importantes para aumentar las tasas de supervivencia en casos de parada cardiorrespiratoria.
Fuentes:
- De La Torre, J. (s. f.). Cómo actuar ante una parada cardiaca. Asociación Española de Enfermería en Cardiología – AEEC. https://enfermeriaencardiologia.com/salud-cardiovascular/prevencion/reanimacion-cardiopulmonar/como-actuar-ante-una-parada-cardiaca
- Beatriz. (2018, 22 febrero). Parada cardíaca, ¿cómo actuar? Fundación Española del Corazón. https://fundaciondelcorazon.com/blog-impulso-vital/2746-parada-cardiaca-como-actuar.html