Las náuseas en el embarazo son algo común. Lo que no es tan normal es cuando no desaparecen con el tiempo y los vómitos empiezan a ser intensos y molestos. Cuando esto sucede, puede ser la señal inequívoca de parecer hiperémesis gravídica.
Tal y como señala la Organización Mundial de la Salud, la edad más segura para quedarse embarazada está entre los 20 y los 24 años. Sin embargo, las mujeres de 35 años o más que se quedan embarazadas parten de un factor de riesgo medio y una de las enfermedades que pueden aparecer a estas edades es precisamente la hiperémesis gravídica.
En este artículo vamos a contarte cómo saber si sufres hiperémesis gravídica durante el embarazo, así como el tratamiento más habitual en estos casos.
¿Qué es la hiperémesis gravídica?
La hiperémesis gravídica se caracteriza por náuseas y vómitos intensos que se producen de forma constante, más allá de los propios de un embarazo normal.
Por regla general, las madres primerizas y las mayores de 35 años son las que tienen mayor riesgo de padecer esta patología. Asimismo, el riesgo es mayor cuando se trata de embarazos múltiples o si las mamás tienden a sufrir mareos con regularidad.
¿Cuánto dura la hiperémesis gravídica?
Normalmente, tiene lugar durante el primer trimestre de embarazo, pero según avanza tiende a suavizarse. Ahora bien, los vómitos y náuseas en el embarazo de carácter grave que persisten pueden continuar durante todo el trimestre e incluso seguir hasta la semana 20 o incluso más. En estos casos, la mamá puede perder más peso de lo que debería, e incluso padecer desequilibrios electrolíticos y sufrir deshidratación.
Principales síntomas de la hiperémesis gravídica
Dado que la hiperémesis gravídica conlleva náuseas persistentes y vómitos a lo largo del día, pueden aparecer otros síntomas provocados por esta situación. Aquí te dejamos algunos de los más frecuentes:
- Si los vómitos no desaparecen y son muy intensos, puede impedir que la madre coma o beba con normalidad. De ese modo, es posible empezar a notar pérdidas de peso aparente e incluso sufrir desmayos.
- También es posible experimentar dolores de cabeza y notar cómo la frecuencia de los latidos del corazón aumenta.
- En algunas ocasiones se siente confusión y fatiga hasta el punto de no poder desempeñar tareas básicas del día a día.
Cómo afecta al bebé la hiperémesis gravídica
Si te preguntas cómo afecta al bebé la hiperémesis gravídica, lo cierto es que puede suponer un problema grave por los efectos que provoca. Las pérdidas de peso de la madre son muy peligrosas porque pueden dar lugar a una malnutrición y deshidratación. De ese modo, el desarrollo del bebé puede verse afectado, al igual que la salud de la madre.
Causas de la hiperémesis gravídica
No sé sabe a ciencia cierta cuáles son las causas concretas por las que se producen este tipo de náuseas y vómitos.
Sin embargo, algunos especialistas señalan que el causante puede ser el rápido crecimiento de la hormona GCH, aunque no se sabe con seguridad el motivo por el que afecta más a unas mujeres que a otras.
Qué hacer en caso de hiperémesis gravídica
Si existen sospechas de sufrir hiperémesis gravídica, es importante acudir al médico para que este pueda tratar al paciente de forma adecuada según la gravedad de la situación. Lo más habitual es hacer un ayuno temporal según las instrucciones del médico para ir incluyendo, poco a poco, la ingesta de líquidos y sólidos.
En caso de que sea más grave de lo normal, el médico también puede recetar multivitaminas y suplementos de electrolitos, incluso tratamientos con antieméticos.
¿Cuándo ir a urgencias si sufres hiperémesis gravídica?
Cuando la madre es incapaz de retener líquidos, será necesario su ingreso en un hospital para optar por una terapia intravenosa con el fin de evitar su deshidratación.
Cómo se puede prevenir la hiperémesis gravídica
En cuanto a su prevención, el médico puede recomendarte tomar alimentos ricos en ácido fólico y vitaminas específicas al inicio del embarazo puede reducir las náuseas y vómitos.