Cada vez son más los síndromes que se diagnostican. Sin embargo, hay algunos más frecuentes que otros. El Síndrome de Wolff-Parkinson-White no es uno de ellos.
Se trata de una afección cardiaca en la que existe una ruta eléctrica adicional del corazón que lleva a períodos de frecuencia cardíaca rápida. Esta rápida frecuencia es conocida como taquicardia y es uno de los principales indicadores para diagnosticar el Síndrome de Wolff-Parkinson-White.
¿Qué es el Síndrome de Wolff-Parkinson-White?
El Síndrome de Wolff-Parkinson-White es una enfermedad cardiovascular que se caracteriza porque existe una vía eléctrica adicional entre las cámaras superiores e inferiores del corazón, es decir, las aurículas. La afección, que está presente en el nacimiento, es bastante rara.
Esta enfermedad, en principio caracterizado por latidos rápidos, no ocasiona gran riesgo. No obstante, pueden producirse problemas cardiacos graves. Para prevenirlo, será necesario iniciar un tratamiento.
La mayoría de las personas con una vía eléctrica adicional no tiene latidos rápidos o taquicardias. Esta afección se descubre por casualidad durante un examen del corazón.
Síntomas del Síndrome de Wolff-Parkinson-White
Desde el nacimiento, si padeces el Síndrome de Wolff-Parkinson-White puedes padecer síntomas. Estos son resultado de un cambio del ritmo cardiaco. Algunos de los más destacados son:
- Palpitaciones
- Mareos
- Falta de aire
- Ansiedad y fatiga
- Dificultad para respirar
Estos síntomas se pueden manifestar tanto en reposo como durante la práctica de ejercicio. Sin embargo, el consumo de alcohol y de cafeína afectan a algunas personas con este síndrome desencadenando la taquicardia.
Por tanto, este síndrome se detecta atendiendo a estos síntomas, que pueden provocar la muerte súbita, y realizando un electrocardiograma en el que se advierte una arritmia. En un paciente con síndrome de Wolff-Parkinson-White también es importante realizar una ecocardiografía, para descartar alteraciones estructurales del corazón asociadas.
Tratamiento del Síndrome de Wolff-Parkinson-White
Cuando se cree que existe un mayor riesgo de muerte súbita o cuando se desea eliminar las arritmias, puede realizarse el estudio electrofisiológico. Este estudio permite localizar la vía accesoria, estudiar las características de la misma y eliminarla, aplicando corrientes de radiofrecuencia, lo que se conoce como ablación.
La probabilidad de éxito del procedimiento para eliminar el Síndrome de Wolff-Parkinson-White es de más de un 90 por ciento; y el riesgo de complicaciones, de menos de uno por ciento. Excepcionalmente, entre un 2 y un 10 por ciento de los casos, tras una ablación con éxito, puede reaparecer la vía accesoria y requerirse una nueva ablación. Si se diera el caso de que sale mal, existiría la posibilidad de que sea necesario el uso de un marcapasos.
Por otro lado, en algunos otros casos, pueden utilizarse fármacos antiarrítmicos, tanto para prevenir como para tratar las posibles arritmias. En cualquier caso, el tratamiento dependerá de la severidad de los síntomas y de las preferencias del paciente.